La parte de los ángeles

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Siempre vi al director Ken Loach como el Bruce Springsteen del cine inglés.
Un artista que a lo largo de su carrera supo retratar los pormenores de la clase obrera inglesa y los excluidos sociales con historias duras pero apasionantes que brindaron muy buenas películas.
Stevie (Robert Carlyle) el protagonista de Riff Raff, por ejemplo, es un personaje que tranquilamente podés encontrar en discos de Springsteen como "Nebraska" o "The Ghost of Tom Joad" y "Darkness in the edge o town" y podría mencionar más equivalentes de otros filmes como Sweet sixteen y Mi nombre es todo lo que tengo.
Creo que hay un nexo en común entre el arte de estos artistas y por eso siempre me resulta interesante conocer un nuevo trabajo de Loach, ya que difícilmente te decepciona con una mala película.
La parte de los ángeles me sorprendió ya que el realizador cuenta una típica historia 100 por ciento Loach, pero esta vez se enfocó mucho más en el humor, algo que no es tan habitual en su filmografia.
Al menos sus filmes más elogiados internacionalmente siempre fueron propuestas dramáticas.
Lo interesante de este nuevo trabajo del cineasta es que durante el desarrollo de la trama la película explora distintos géneros.
Hay momentos en los que se vuelve una comedia disparatada, luego un film policial y no está ausente el drama con realismo social que caracteriza a los trabajos de este artista.
El retrato que brinda de los aspectos mas oscuros y violentos de la ciudad de Glasgow al comienzo de la trama es tremendo.
En este caso Robbie (un personaje que tranquilamente podía ser parte del disco de Sprinsgsteen "The River") intenta dejar su pasado violento junto a otros inadaptados sociales cuando encuentra una segunda oportunidad en la vida a través de la destilería y cata de whisky.
Resultó todo un hallazgo el protagonista, Paul Brannigan, quien no tenía antecedentes en la actuación y brinda un gran trabajo.
No creo que La parte de los ángeles sea recordada entre los grandes clásicos de Loach pero es una muy buena película inglesa que se disfruta a pleno y vale la pena tener en cuenta.