La panelista

Crítica de Plinio Damonte - Metafilmika

Crímenes Faranduleros

Película sobre cómo cualquier cosa sirve para generar rating, se dobla en pos del espectáculo. Dulce comedia negra sobre los chimentos presentes en el mercado televisivo, con giros inesperados”.
La Panelista, 2019. Sigue a Marcela Robledo (Florencia Peña), panelista de un reconocido programa de chimentos, descubre una noticia que puede cambiar su vida y la historia de la televisión, desenmascarando la doble vida del querido y respetado galán Osvaldo Lebló (Diego Muñoz). Está a punto de perder su lugar en el panel del programa de espectáculos y ésta es su oportunidad de evitarlo. Pero su compañero Ricardo Toledo (Diego Reinhold) quiere dejarla fuera de la primicia.
A partir de ese instante la vida de Marcela dará un vuelco, se convertirá en la panelista del momento pero deberá enfrentar la feroz competencia del conductor del programa, la estrella de Televisión Jorge “Chiqui” Marconi (Favio Posca), los celos de sus compañeros de panel (Campi y Daniela Ramírez), las amenazas del Jefe de Seguridad del canal (José Luis Giogia) y las exigencias de la Gerenta de Programación Claudia (Soledad Silveyra).
¿Hasta dónde llegará Marcela con tal de no perder la fama y el éxito alcanzados?
Empezando con la dirección general, la película presenta un ambiente turbulento, digno de su género: Sumando la sátira respecto al manejo de los personajes en contextos de popularidad poblacional dado su estatus en el medio. Todo es glamoroso, para luego ofrecer una incómoda sorpresa con los giros narrativos que rompen las expectativas generadas anteriormente.
La música posee un nivel decente, composiciones que van in crescendo con los momentos claves. Es extravagante, adecuada para ser el ambiente auditivo de un panel de televisión dónde el morbo y la acción importan más que otra cosa, sumando el factor policial tocado a continuación. Buenas piezas, usadas de la forma indicada, aunque no tienen un sello muy identitario en su composición per sé y sirven más cómo un apartado acompañando todo lo demás.
Con respecto al guion, el film funciona no solo cómo una comedia oscura sobre el mundo de la farándula, sino cómo un “thriller” policíaco respecto a un suceso impactante para el espectáculo argentino con la protagonista cómo principal motor del susodicho. El ritmo es su más grande acierto: Frenético y manteniendo un objetivo claro de principio a fin con tal de generar angustia, intriga y risas oscuras. Cada giro de trama es bien construido y logra que entendamos todo lo que ocurre de antemano para que nada se sienta forzado.
“Film sorprendente para el concepto que contiene, comedia que acierta en el clavo junto a una serie de giros misteriosos, colaborando de manera armoniosa para entregar al público un contenido más que cuidado en ejecución. Sinceramente, una gratísima sorpresa ver el resultado, recomendable en su totalidad."