La panelista

Crítica de Francisco Mendes Moas - Cine Argentino Hoy

“La panelista” de Maxi Gutiérrez. Crítica. El verdadero jefe es el rating.
Nunca un subtítulo fue tan acertado, el circo de la realidad.

Conductor, panelistas, primicias, tandas, solo una porción del vocabulario perteneciente al mundo de la televisión. Por más que las maneras de consumo cambien, la televisión se sostiene en la magia del vivo, ese halo de misterio donde nadie sabe muy bien que va a pasar, pero las posibilidades son infinitas. El próximo jueves 5 de agosto llega a las carteleras de todo el país “La panelista”. La película de Maxi Gutiérrez, que supo leer el universo de la pantalla chica, donde no nos reímos de ella, nos reímos con ella.

Marcela es panelista en uno de los programas más vistos de la televisión, al menos por ahora, ya que el conductor le informó que no continuará en el equipo. Ante su inminente salida, se cruza en simultáneo con otro panelista, con la primicia más candente del momento. Por traspiés no intencionales, se ve involucrada en la muerte de su compañero. ¿Aclarar la situación o ser la primera en dar la noticia?. El rating siempre gana.

El programa de Tato Bores, dinosaurios vivos, la pelea de Mauro Viale y Samid, Fernando Peña apuntando con un arma a Mirtha Legrand y personajes como Guido Kaczka, momentos inolvidables que nos transmitió la pequeña cajita luminosa. En muchas familias el último integrante de la cena era la televisión, acompañando en las buenas y las malas. Y mucho antes que cualquier red social estuviera en estado embrionario, ya podíamos saber que pasaba en la privacidad de la farándula. Mucho le debemos a ella, ya que mucho nos dio.

Como si de una ensalada bien prepada se tratara, aqui tenemos un poco de todo, un poco de comedia, otro de thriler, algunas cositas de policial negro. Pero todo mezclado con una mano hábil. Acompañado a su vez por un elenco de lo más variopinto, Florencia Peña, Favio Posca, Campi y Soledad Silveyra, por nombrar algunos. Que también se amalgaman a la trama, haciendo exactamente lo que la película les solicita, en el momento justo.

Las referencias, los “homenajes”, de y para la televisión se agrupan por momentos. Un Posca muy lúcido, toma fragmentos de todos los conductores de programas de chimentos, de algunos más que otros, para formar su personaje. A su vez, Florencia Peña consigue encarnar aquella necesidad de fama que parecen contagiar los medios masivos de comunicación. Darlo todo por tan solo 15 segundos de fama, como decía el controversial Andy Warhol.

Si bien contiene muchos momentos cómicos, en escencia tenemos un asesinato, si hay un muerto hay una investigacion y bajo estos paradigmas vemos como la fotografía lo captura todo con un alo de misterio. Cuando el programa de televisión termina, la parrilla de luces se apaga, para darle lugar a una iluminación mucho más puntual y narrativa, que llena los camerinos, o la casa de la panelista. Acompañado a su vez, por una cámara que sabe muy bien que debe mostrar para exacerbar la intriga.

A veces burla, otras crítica, a la televisión, la película de Maxi Gutiérrez surfea por esta ola de manera sublime. “La panelista”, te hace reír, pero cuando las carcajadas culminan, las reflexiones comienzan. Analizar porque nos reímos de algo muchas veces es más importante que el objeto de burla. Y conseguir generar esto es muy difícil, por esta razón hay que celebrar y alentar a quienes mediante sus producciones lo logran. Y muchos más si lo hacen tan bien.

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