La odisea de los giles

Crítica de Patricio Ferro - CineFreaks

La venganza será terrible

La odisea de los giles es la nueva película de Sebastián Boresztein, basada en “La noche de la usina”, novela escrita por Eduardo Sacheri, ganadora del premio Alfaguara en el 2006. Su reparto está encabezado por Ricardo Darin y Luis Brandoni, acompañados por Rita Cortese, Chino Darin, Verónica Llinas, Carlos Belloso, Daniel Araoz, Marco Antonio Caponi y Andrés Parra, entre otros.

La historia, adaptada por el propio Sacheri junto con el director Sebastián Borsesztein, transcurre a comienzos de este siglo, cuando un grupo de vecinos de un pueblo del noroeste de la provincia de Buenos Aires es estafado cuando se roban sus ahorros destinados a formar una cooperativa de trabajo. Pero deciden recuperar lo que les pertenece al enterarse que estos están enterrados en una bóveda bajo tierra en medio de un campo que pertenece a Fortunato Manzi, un abogado interpretado por Andrés Parra, actor colombiano que se hizo famoso en nuestro país por haber interpretado a Pablo Escobar en la serie El patrón del mal.

Lo primero que vale la pena destacar de esta película es su casting,porque cada uno de los personajes está interpretado por el actor indicado de acuerdo a cómo se los describe en la novela, aportándoles comicidad, sin abandonar su costado humano, por lo que no caen en la parodia humillante de por ejemplo El ciudadano ilustre, sino que en el humor costumbrista de la comedia all’italiana, siendo Los desconocidos de siempre la referencia más evidente. Y Ricardo Darin es el actor ideal para ocupar el rol protagónico ya que logra generar empatía con el público cuando interpreta papeles de hombre común, superado por los acontecimientos, que se termina convirtiendo en líder, como ya lo demostró en Luna de Avellaneda.

En segundo lugar vale la pena el uso de la música, utilizando clásicos del rock nacional en algunas secuencias, donde “Los desfachatados”, del grupo Babasónicos, genera un contraste humorístico entre los forajidos de la letra y este grupo de personas comunes. Y tanto el vestuario como el diseño de producción, a cargo de Daniel Gimelberg, cumplen un rol fundamental para describir a cada personaje. Ésto puede apreciarse en las diferencias opuestas entre las casas de Fermín Perlassi y Fortunato Manzi, o cómo la elegancia del segundo contrasta con la ropa desaliñada de Antonio Fontana, el anarquista que interpreta Luis Brandoni.

En conclusión: La odisea de los giles es una comedia costumbrista que utiliza los lugares comunes de las heist movies (películas sobre robos), para relatar las consecuencias de una medida económica nefasta para nuestro país. Y gracias a una puesta en escena adecuada en sintonía con el relato cumple con su objetivo de invitar a reflexionar al público, sin dejar de entretenerlo en ningún momento.