La noche más oscura

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Uno de los grandes cuentos de hadas recientes de nuestro tiempo.
La historia es así. El Tío Sam le dice a su pueblo anestesiado que Osama Bin Laden murió en un enfrentamiento con las valientes y sacrificadas tropas de elite norteamericanas y su pueblo lo cree y lo festeja en Washington, de la misma manera que siguen creyendo que Lee Harvey Oswald asesino solo a Kennedy porque era un loquito con problemas de ira. Es curioso que un país que nunca tuvo reparos en invadir otras naciones y apoyar golpes de estado alrededor del mundo, además de contar con centros clandestinos de tortura, de repente decidiera seguir protocolos religiosos a la hora de disponer del cadáver de uno de los terroristas más buscados de la historia.
Las pruebas de que el famoso criminal fue realmente abatido residen únicamente en la buena fe de la Casa Blanca. El punto es que si uno se olvida al ver esta película que la versión de los hechos que brindó Estados Unidos sobre esta cuestión tiene muchos agujeros que no cierran y que la frase “basada en hechos reales” debe tomarse con pinzas, La noche más oscura es un trhiller decente de espionaje que se deja ver. Es como un episodio de 24 filmado con la narrativa documentalista de Steve Bochco (Policía de Nueva York, Hill Street Blues).
Por momentos parece una típica novela de Tom Clancy en el cine donde se retrata el verdadero trabajo de los analistas de la C.I.A y los oficiales de campo que poco tienen que ver con las aventuras de Jason Bourne.
La directora Kathryn Bigelow hace un gran trabajo en la narración de la historia y a los largo de los 157 minutos de duración su relato no tiene baches y logra mantener el suspenso pese a que ya sabemos como va a terminar la película.
Cabe destacar que la nominación al Oscar de Jessica Chastain como Mejor Actriz resulta incomprensible al ver su labor en este film. La mujer cyborg que interpreta está muy lejos de ser un personaje memorable y tampoco le permitió a la actriz componer un trabajo destacable. Su labor no es para nada mala pero la verdad es que nadie la va a recordar cuando lleguemos al mes de mayo. La agente de la CIA Maya, por otra parte, es un personaje chato sin matices que nunca llega a ser muy desarrollado en la trama.
A La noche más oscura le juega en contra el desgaste que tuvo esta temática en los últimos años con filmes muy parecidos que lidiaron con este tema. En este caso estamos ante una película muy bien realizada que se deja ver pero no representa el mejor trabajo de Kathryn Bigelow.