La noche mágica

Crítica de Patricio Ferro - Loco x el Cine

La noche mágica es la ópera prima de Gastón Portal, de larga trayectoria como productor televisivo, protagonizada por Natalia Oreiro y Diego Peretti, quienes vuelven a trabajar juntos por tercera vez. Completan el elenco Pablo Rago, Esteban Bigliardi, Laura López Moyano, Hernán Jiménez y el debut actoral de la niña Isabela Palópoli.

Basada en un guion del propio Portal, junto con Javier Castro Alvano, cuenta la historia de Nicola (Peretti), un ladrón que ingresa a robar a una casa de familia la noche de Navidad toma y de rehenes al matrimonio formado por Kira y Juan Damato, junto con Cachete (Rago), amante de ella y mejor amigo de él. Pero Alicia, la hija del matrimonio, lo confunde con Papá Noel, razón por la que decide ayudar a cumplir su lista de deseos sin que sepa lo que en realidad está ocurriendo.

Lo primero hay que destacar de esta película es cómo su director logra fusionar en forma armónica la comedia negra, del estilo El quinteto de la muerte, con el suspenso, sin dejar de lado la violencia explicita. Alcanzando así un equilibrio difícil de lograr, que se logra desde el comienzo, cuando se encuentran los personajes de Cachete y Nicola en el balcón, en una situación incómoda donde ninguno de los dos quiere ser descubierto. Pero el principal problema llega con el tercer acto, donde la historia pierde fuerza con giros dramáticos que le restan verosimilitud, trayendo como consecuencia un final forzado.

Un párrafo aparte merece el diseño de producción, a cargo de Marina Raggio, por esa casa museo de arte moderno, similar a la de Parásitos, que refleja el gusto y la personalidad de Juan. Así como también la fotografía de Rodrigo Pulpeiro, cuyos tonos fríos, reforzados también con la iluminación artificial, muestran cómo era la situación de los personajes previa a los acontecimientos narrados.

En conclusión, La noche mágica es el debut en la dirección de Gastón Portal, que sorprende gratamente al espectador con esta comedia negra enmarcada en el estilo de Relatos salvajes. Permitiendo el lucimiento de cada uno de los actores que participan, quienes logran aprovechar esta compleja fusión de géneros.