Mujer Maravilla

Crítica de Matias Seoane - Alta Peli

Un origen épico.

Siendo princesa y la única niña de la isla escondida de las amazonas, Diana toda su vida fue alguien especial hasta en la paradisíaca isla de Themyscira. De niña fue criada aprendiendo cada detalle de la historia de su pueblo, encargado por Zeus de defender a la humanidad cuando se produzca el regreso del casi olvidado dios de la guerra, Ares.

Convertida en adolescente, comenzó su duro entrenamiento para convertirse en la mejor guerrera de la isla, ansiosa por tener la oportunidad de cumplir con esa misión heroica que muchas otras ya no esperan que suceda.

En su aislamiento, las Amazonas ignoran que Europa lleva varios años en guerra con millones de muertes acumuladas. Todo cambia cuando la guerra llega a sus costas en la forma del ejército alemán dando caza a un espía al servicio de Inglaterra.

Impactada por las imágenes de crueldad que le pintan las historias de Steve, la joven Diana también toma con cierto entusiasmo la idea del posible retorno de su enemigo y la posibilidad de cumplir sus sueños de heroísmo, aunque tenga que hacerlo sin el apoyo del resto de las Amazonas. Convencida de que derrotando al dios de la guerra el conflicto se terminaría inmediatamente, convence a su nuevo aliado de llevarla hasta donde los combates sean más intensos, según las leyendas la señal inequívoca de la presencia de Ares.

La primera justiciera:
La historia de Mujer Maravilla es técnicamente una precuela de Batman vs Superman, pero es tan independiente que por momentos hasta parece un personaje diferente. No es un error, claramente es intencional mostrar a una versión mucho más joven e inocente de Diana, alejada de esa mujer sofisticada capaz de sostener un duelo verbal con Bruce Wayne.

Y deja picando la pregunta sobre qué habrá sucedido en ese siglo intermedio para que se convierta en una persona bastante más descreída de la humanidad y reticente a salir en su defensa, aunque finalmente mande al banco a Batman cuando hubo que enfrentarse a Doomsday.

Fluidez y simpleza narrativa:
El resto de la trama no necesita de mucho más análisis. No porque tenga grandes agujeros sino porque Mujer Maravilla sigue un camino bastante lineal desde A hasta B y todo sucede como se espera, con una simpleza que no pretende provocar sorpresas ni hacer propuestas extravagantes pero que a la vez alcanza para que -aunque dura más de dos horas- muy pocas veces pierda el ritmo.

Ese ritmo se apoya principalmente en escenas de acción visualmente impactantes donde la princesa Amazona se enfrenta a grupos de soldados con abuso de la cámara lenta y sin una gota de sangre. Ya sabemos que a los estudios suele aterrarle la idea de dejar afuera de la sala a cualquier mayor de 13 años. El problema es que se siente bastante contradictorio ver a tanta gente recibir balazos y flechas, o ser atravesados por una espada, sin que quede el mínimo rastro escarlata.

No es que desde ahora todas las películas de superhéroes deberían apuntar a un público adulto, pero Diana pelea cuerpo a cuerpo con una ferocidad que no parece encajar con ese enfoque atenuado que terminó recibiendo.

Sola contra el mundo:
Además de tener un tratamiento visual sólido, que es el mayor atractivo de la película, Gal Gadot hace muy bien su trabajo y se afirma como un personaje fuerte de la Liga de la Justicia. Sin embargo, está muy sola en esta película. Los personajes secundarios y hasta el co-protagonista son poco trascendentes para la trama. Aún más notoria es la falta de fuerza del villano, algo bastante más difícil de sobrellevar en este género.

A pesar de todas estas críticas, Mujer Maravilla no es una mala producción. Es simple, es clásica, no tiene grandes fallidos y entretiene. En el fondo, lo que le juega en contra es llegar demasiado tarde a un género saturado donde ya hace falta buscar algún rasgo distintivo para poder destacar sobre el resto.

En este caso explota el hecho de ser la primera heroína mujer en encabezar su propia película, algo que no es poco pero que se aborda con tibieza. Al mismo tiempo que cada escena de combate interesante tiene a alguna amazona en el centro inspirando valor al resto, no esquiva los lugares comunes (como probarse todo el catálogo de una tienda de ropa o forzar una trama romántica que desentona). En ese sentido, sólo parece cumplir la función de que nos importe un poco la suerte del co-protagonista, sin mucho éxito. No es mala la voluntad de abordar el tema con humor, si bien no acierta mucho en la forma.

El universo cinematográfico de DC arrancó tropezando, aunque admitamos que lo hizo intentando hacer algo diferente que la competencia. Si esta película es muestra de lo que viene, parecen estar resignando esa idea en pos de una fórmula probada con éxito más fácil, es decir: agregando humor, achatando personajes y sacrificando personalidad.

Conclusión:
La Mujer Maravilla es una entretenida película de acción heróica y la más sólida hasta el momento en el DCEU. Sin embargo, no deja de ser la más simple y clásica. Sin demasiado espacio para desarrollar personajes o profundizar en la historia, todo su impacto queda en las escenas de acción.