Mujer Maravilla

Crítica de Matías Lértora - Cines Argentinos

“La película de DC que estábamos esperando”, “La mejor película del DCEU”, y millones de elogios más se pueden leer en la web acerca de Wonder Woman. ¿Son ciertos?
Primero pongo en aviso al lector que no me conoce sobre que soy fan incondicional de DC Comics y abanderado de Zack Snyder y el universo que creó en base a estos personajes.
Aclarado esto, afirmo con vehemencia que Mujer Maravilla es un film espectacular que logra con una fórmula muy clásica y sin sorpresas contentar a todos.
Sin duda alguna su mayor fuerte es el terrible carisma, presencia y belleza de Gal Gadot. Un rol de los llamados “born to play” (nacida para ese papel) en Hollywood, del que tan solo habíamos tenido una pizquita en Batman vs Superman pero que había bastado para generar millones de amores, pesé a haber contado con un rechazo casi rotundo cuando el casting fue anunciado en 2014. Otro gran acierto de Zack Snyder, quien también es productor y uno de los guionistas de este gran estreno.
Wonder Woman es uno de los personajes de la cultura pop más conocidos del mundo entero y tardó 76 años en tener su propia película. Salvo por la famosa serie de los setentas protagonizada por Lynda Carter y algunas incursiones animadas, el personaje fue siempre relegado a un segundo plano. También es verdad que las películas de superheroínas no han tenido suerte en el pasado, tal como sucedió con Supergirl (1984), Catwoman (2004) y Elektra (2005), pero también es verdad que estos films no fueron buenos.
Mujer Maravilla es la primera producción superheróica, cuyo personaje principal es femenino, concebida con los estándares de estos tiempos en donde -afortunadamente- el rol de la mujer es puesto en el lugar que se merece. Un claro ejemplo reciente es Rey de Star Wars: El Despertar de la Fuerza.
Hago hincapié en todo esto porque no es un dato menor dado los tiempos que corren y la gran manifestación social en todos los ámbitos y donde Hollywood no puede escapar.
En cuanto a la película en sí, cuenta el origen de Diana amalgamando el arco argumental de George Pérez de 1987 y algunos elementos presentados en The New 52 en 2011. Datos comiqueros pero ciertos.
Es una película hecha para que la disfruten todos y no tiene parte alguna que te deja afuera si no sos fan tal como sucedió en Batman vs Superman. Y tiene un corte muy clásico en el sentido de que apuesta a lo seguro y no se la juega. Algo que en lo personal no prefiero pero que es más que entendible dado a como venían las críticas de todas las películas del DCEU.
Aquí los tres actos están muy bien delineados al igual que sus personajes. No hay matices contradictorios, y en este caso eso es algo bueno. Otra vez elogios para Gal Gadot, por su frescura, cuota de humor, firmeza y gran habilidad para las escenas de acción.
Su co-protagonista Chris Pine está muy bien y tiene gran química con ella. Las escenas de Diana y Steve son todas muy buenas. Y particularmente me gustó mucho como los realizadores manejaron la sexualidad entre ellos, tanto en referencias como en diálogo.
Por su parte, sorprende Robin Wright, a quien estamos acostumbrados a verla en la serie House of Cards de manera muy diferente y aquí impresiona en sus escenas de acción a sus 51 años.
Lo mismo con todas las actrices que interpretan a las amazonas, y en principal a Connie Nielsen (Reina Hippolyta). No voy a hablar de los villanos porque cualquier data puede ser considerada spoiler.
El “comic relief” de Etta Candy (interpretada por Lucy Davis) afortunadamente da los toques justos de humor. Misma fórmula que se repite en toda la película y gran diferencia con el estilo de Marvel que es meter un chiste obligatorio cada cinco minutos. Aquí hay drama, hay amor, hay acción y también hay humor. Pero todo bien dosificado. La directora Patty Jenkins hizo un laburo excelente en los manejos de tiempos y ritmo. Y si bien es verdad que hay una clara influencia de Snyder en algunas secuencias de cámara lenta, no es algo que vaya en detrimento sino todo lo contrario. Incluso le rinde homenaje a Superman: The Movie (1978) de Richard Donner de forma no disimulada.
Esta película puso a Jenkins en el mapa de directores y va a haber que prestarle mucha atención porque ya había demostrado grandes dotes en Monster (2003) y aquí gana un nuevo calibre.
Wonder Woman es una película tan necesaria como magnífica. Se disfruta a pleno y genera algo que hace muchos años que no veía: sonrisas en los más chicos (muchas nenas) ante la imagen de este gran personaje.
Un gran acontecimiento cinematográfico que viene a reivindicar a DC Comics y que pasará a la historia.