Mujer Maravilla

Crítica de Mariano Patrucco - EL LADO G

DC al fin da en el clavo con el tono exacto que el personaje se merece. Fuerza, idealismo, valentía, inocencia y fundamentalmente: esperanza. Una aventura divertida y emocionante que deleitará a fans de la heroína y espectadores casuales. Una verdadera maravilla.

En los últimos tiempos se habló mucho de las producciones cinematográficas basadas en personajes del universo DC Comics. A pesar de que la mayoría de los fans se iban contentos de la sala, la crítica les daba la espalda y varias voces de especialistas se alzaron en contra de las decisiones de tono y estética con la que se manejaba a los personajes. Lejos de los símbolos de esperanza y salvación que supieron ser; en la pantalla grande vemos héroes dramáticos y cínicos, almas torturadas y oscuras que se preocupan más por sus conflictos internos y traumas personales antes que por ayudar a la humanidad.

Después de las reacciones mixtas que cosechó Batman vs Superman: El Origen de la Justicia (Batman v Superman: Dawn of Justice, 2016), del absoluto desastre que fue Escuadrón Suicida (Suicide Squad, 2016) y teniendo cerca el estreno del film que reunirá a la élite de los superhéroes de DC (Justice League, 2017); todos miraban con desconfianza la película de la heroína por excelencia: Mujer Maravilla (Wonder Woman, 2017).

La amazona encarnada por Gal Gadot se ganó al público y la crítica, siendo por muchos reconocida como una de las mejores cosas que nos dejó BvS. Por otra parte, la película del símbolo feminista por antonomasia llega en tiempos en los que las protagonistas femeninas están en auge, cada vez se hacen más films apuntando a público femenino y cada vez más mujeres se movilizan en búsqueda de igualdad, respeto y reivindicación de derechos.

El personaje creado hace más de 75 años por William Marston parecía el ideal para “salvar” al universo DC en el cine y para suavizar el tono oscuro y depresivo que vimos hasta el momento. Por suerte, el film de Patty Jenkins (Monster, 2003) es un primer paso en la dirección correcta.

Diana es la princesa de las amazonas (una raza de guerreras pacificadoras que fueron creadas por Zeus) y vive junto a su madre Hipólita (Connie Nielsen) y su tía Antíope (Robin Wright) en la isla de Temiscira, un paraíso perdido que está oculto a los ojos de los hombres. Cuando el piloto y espía Steve Trevor (Chris Pine) se estrella en la isla y lleve consigo a los enemigos que lo persiguen, Diana descubrirá que más allá de Temiscira se está librando una guerra sin igual que sacude al mundo y podría aniquilar a todos los hombres.

Diana supone que detrás de toda esa barbarie y destrucción está la mano de Ares, el dios de la guerra, y escapa de la isla junto a Steve y la espada Godkiller dispuesta a liberar a los hombres de su influencia destructiva. Nuestra luchadora se sumerge en la Primera Guerra Mundial, descubre la naturaleza del hombre y el verdadero alcance de su poder.

Mujer Maravilla es un gran acierto para DC. Una película hecha con mucho amor y respeto por todo lo que representa el personaje. El trasfondo bélico contrasta muy bien con la naturaleza bondadosa de Diana y el film se permite muchos momentos de humor y risas que no se sienten para nada forzados. La pareja protagonista tiene mucha química y su relación fluye de una manera prolija y orgánica. La labor de Patty Jenkins es excelente, dejando el subtexto anti-bélico entre líneas y los mensajes feministas bien sutiles. Nada en el film se siente obvio o forzado.

La acción es vibrante y muy bien lograda. Cada pelea se ve espectacular (aunque por momentos se siente que abusan demasiado del slow motion en el medio de las batallas) con una correcta edición. Hablando del apartado visual, tal vez estemos ante la película de DC más bella hasta el momento, nada de sombras ni colores desaturados. Hay brillo y matices de color hasta en las escenas más oscuras.

En el costado interpretativo hay que comenzar destacando la brillante labor de Gal Gadot. Tan bella como carismática y fuerte como para calzarse el traje de heroína y no aflojar ni un segundo. Logra capturar a la perfección la valentía y la inocencia de Wonder Woman. Una guerrera pacificadora hecha de pura bondad (pero sin un pelo de tonta) que lucha en nombre de todo lo que es bueno y que a la perfección que cuando la oscuridad la rodea, ella debe hacer que su luz brille con más intensidad. Chris Pine funciona muy bien como el interés romántico de la protagonista, a lo largo del film cada uno aprende del otro y el contraste entre sus mundos da pie a divertidos intercambios de palabras.

Otros personajes que brillan por momentos son la poderosa guerrera Antíope y Etta Davis. Los villanos cumplen con una participación correcta pero discreta (después de todo, la película se trata sobre la heroína), sin destacarse demasiado. El verdadero enemigo de Diana es la guerra, el mal que envenena el corazón de los hombres y los lleva a destruirse mutuamente. A lo largo de la película Diana se cuestionará si ese mal proviene de Ares o si es algo natural que vive dentro de los mortales.

Mujer Maravilla tiene todo para ser un gigantesco éxito e inspirar a toda una generación de niñas que no pudieron ver la serie de los 70 protagonizada por Lynda Carter a convertirse en verdaderas heroínas. El film no es perfecto (la trama en su tercer acto tiene algunos agujeros, el clímax de la batalla final se extiende demasiado y algunos personajes muy secundarios se sienten poco desarrollados), pero sus pequeñas fallas quedan sepultadas debajo de todos sus aciertos.