Mujer Maravilla

Crítica de Leonardo González - Río Negro

La superheroína que estábamos esperando

Durante la década del noventa las películas de superhéroes no eran algo tan común, ni siquiera tan mainstream como ahora. Generalmente, estos largometrajes sólo eran disfrutados por cierto nicho de gente, porque carecían de la “seriedad” necesaria para los supuestos amantes del cine. Sí, al día de hoy –y gracias a Dios– eso cambió y podemos disfrutar más asiduamente a nuestros héroes favoritos en la pantalla grande.

Volviendo a los años noventa que es cuando todo comienza a cambiar, y centrándonos en los personajes de DC Cómics, Superman ya había tenido cuatro filmes en la década anterior. Superchica también había pasado por el cine, Flash iba por su trilogía y Batman estaba marcando el camino. En 1996 se comienza a pensar en adaptar a la heroína más grande de todas: La Mujer Maravilla. Pasaron en todos estos años varios directores, guionistas y, por supuesto, actrices, hasta que la gran aparición de Gal Gadot como Wonder Woman en la pésima “Batman vs. Superman: El origen de la justicia” (2016) permitió que, por fin, la amazona se asegurar su propio filme. Así nos llega “Mujer Maravilla”, una película correcta que promete convertirse en una trilogía.

Todo comienza en la actualidad, cuando Diana Prince (Gadot) recibe de Bruce Wayne una foto que data de la Primera Guerra Mundial en donde se la puede ver a ella junto a un grupo de soldados en una ciudad casi destruida.

Esto hace que la imagen le traiga recuerdos y empieza a rememorar sus días en la protegida y paradisíaca isla tropical de Temiscira, poblada por guerreras amazonas. Allí es donde Diana nació y fue criada por su madre, la reina Hipólita (Connie Nielsen), y adiestrada en el arte de la guerra por su tía Antíope (Robin Wright) para convertirse en una luchadora invencible. Durante todos estos años, su madre la ha estado protegiendo del mundo exterior y manteniéndole oculto un secreto. Pero todo cambia en la vida de la princesa cuando el piloto estadounidense Steve Trevor (Chris Pine) se estrella por accidente en la isla. Trevor le contará a Diana lo que está ocurriendo en el mundo y es entonces cuando ella tomará la decisión de abandonar su hogar con el objetivo de salvar al mundo. Mientras lucha junto a los hombres, Diana descubrirá todos sus poderes y su verdadero destino.

“Elektra” (2005), ese fue el último largometraje que vimos en donde un superhéroe femenino era el protagonista. Y, de hecho, Patty Jenkins es la primera realizadora en dirigir un filme de superhéroes centrado en una heroína. Esto sólo significa que el mundo está cambiando para mejor. Con lo que respecta al filme, hace rato que Warner/DC está en una pelea casi consigo misma para poder realizar un largometraje que pase la mediocridad de sus anteriores producciones.

“Mujer Maravilla” tiene una protagonista que eclipsa la pantalla y se desenvuelve a la perfección en el rol, pero tiene otros problemas de los que no sale indemne. Hay un uso excesivo de la cámara lenta, hay escenas en que los efectos especiales parecen hechos por un estudiante de computación y la historia se vuelve un tanto sosa y demasiado naif.

Es bueno ver que “Mujer Maravilla” le haya salvado las papas al Universo de DC, al menos por ahora. No es una obra maestra, tiene mil cosas criticables si uno quiere ponerse en exquisito, pero vale tener otra forma de hacer películas sobre superhéroes sin la tan mentada y reconocida fórmula que le aplica Marvel a sus productos.

La “Mujer Maravilla” acaba de pisar fuerte y entra a competir en un terreno en que no la tiene fácil, pero tiene herramientas de sobra como para mejorar y abrirse paso por méritos propios. Bienvenida al mundo de superhéroes, Diana Prince, te estábamos esperando.