La monja

Crítica de Alina Spicoli - Estrelladas TV

María indica el camino

“La Monja” (The Nun, 2018) es una película de terror dirigida por Corin Hardy y escrita por Gary Dauberman. Siendo la quinta producción dentro del universo de “El Conjuro”, no es necesario ver las anteriores para comprenderla. El reparto incluye a Demián Bichir, Taissa Farmiga (The Bling Ring, American Horror Story), Jonas Bloquet, Ingrid Bisu, Charlotte Hope, entre otros.

Ambientada en 1952, la historia se centra en Anthony Burke (Demián Bichir), sacerdote que, por sus experiencias pasadas, es elegido por el Vaticano para que vaya a Rumania junto a la novicia Irene (Taissa Farmiga). La tarea tiene que ver con investigar el motivo por el que una de las monjas del Monasterio de Cârţa decidió ahorcarse hace unos días. Con la ayuda de Franchute (Jonas Bloquet), franco-canadiense que se ocupa de llevar las provisiones a las Hermanas, Anthony e Irene llegarán a la abadía. Lo que no se imaginan es que las situaciones extrañas irán aumentando con el pasar del tiempo.

Dentro de esta franquicia tenemos grandes exponentes del género como lo son “El Conjuro” (The Conjuring, 2013) o “Annabelle 2: La Creación” (Annabelle: Creation, 2017). A la vez, no se puede dejar pasar que “Annabelle” (2014), primer filme centrado en la muñeca maldita, resultó toda una decepción. ¿De qué lado se encuentra esta nueva producción, esta vez enfocada en Valak muchos años antes que las anteriores? Ni de un lado ni del otro, es decir que ni por asomo es una joyita pero tampoco es una mala película.

“La Monja” constantemente busca el susto fácil; ese que ya sea por los silencios, oscuridad y/o quietud de la cámara ya conocemos de antemano que nos va a hacer saltar de la butaca. Este recurso aquí funciona casi en su totalidad, por ello es muy probable que a los que les gustan los jump scares la pasen genial con el filme. No obstante, no todo es oro ya que durante su último tramo, donde el relato se enfoca más en cerrar un portal demoníaco, se decide mostrar demasiado a la monja del título, lo que consigue que el temor desaparezca en un santiamén. Además, los efectos que muestran a las personas siendo disparadas por los aires se ven demasiado artificiales.

Cruces dadas vuelta, una abadesa a la que no se le distingue la cara, sonidos de huesos al romperse, cadáveres que cambian la posición en la que se encontraban y un niño que murió luego de ser exorcizado son solo algunos de los elementos que el director utiliza para poner los pelos de punta. Y los sustos se consiguen gracias a la atmósfera creada tanto dentro como en los alrededores del monasterio, donde hay un cementerio tan silencioso que ningún movimiento alejado puede pasar inadvertido.

Dos son los momentos que están súper bien logrados: uno que tiene que ver con las campanitas que en ese entonces se colocaban en las tumbas por si se cometía el error de enterrar a alguien que seguía con vida, y otro que incluye una marca de estrella en la espalda de la novicia protagonista. Taissa Farmiga, que en la vida real es la hermana menor de Vera, actriz que le da vida a Lorraine Warren en los dos filmes de “El Conjuro”, consigue dar una interpretación convincente así como también Demián Bichir.

Aunque la trama de “La Monja” no aporte nada nuevo y sobre su final decaiga mucho, logra mantener la atención del espectador en todo momento. No será de lo mejorcito de este universo, pero vaya que es disfrutable.