La momia

Crítica de Tomás Ruiz - EL LADO G

Universal ya ha hecho públicos los nombres de varias figuras para las próximas entregas de este nuevo universo monstruoso, se verá como repercute el estreno de La Momia en la taquilla mundial y si seguirán con sus planes. Por el momento y con La Momia a horas de su estreno su futuro, da miedo.

En una época de universos cinematográficos compartidos, sagas, revivals, reboots y hasta en ocasiones todos estos ítems juntos, la gente de Universal decidió poner sus ojos sobre un par de historias que quedaron en el tiempo, los monstruos. Devaluados por la sociedad cinéfila actual, estos seres aterradores han quedado de lado y salvo en algunas excepciones recientes como en Victor Frankenstein (2015) o Drácula: La Leyenda Jamás Contada (2014) no se ven en demasía. Claro está que en su momento de esplendor todos tuvieron su protagonismo, al decir todos se hacen referencia a : El Hombre Lobo, Drácula, Dr. Jekyll y Mr. Hyde, Frankenstein, El Hombre Invisible y los recientemente agregados como El Fantasma de la Opera y El Jorobado de Notre Dame y La Momia. Todos estos personajes han tenido participación en la gran pantalla, unos por supuesto con mas preponderancia que otros pero el plan de los estudios Universal es el de juntarlos a todos con un propósito explícito, llenar las salas de cine con un terror autentico como en su época de esplendor.

Ahora bien, todo universo compartido debe sentar las bases con una primer película solida, que sirva de base para lo que se esta construyendo (¿muy rápido?)y que desarrolle un buen primer personaje para dejar al público expectante de las próximas entregas, un claro ejemplo de esto es Iron Man (2008). En este caso La Momia (The Mummy) dirigida por Alex Kurtzman, viene a ser este primer eslabón de lo que puede ser una cadena bastante larga. Lejos en el tiempo ha quedado la última representación de la historia de aquel sacerdote que vuelve a la vida envuelto en papel para hacer sufrir a quienes lo traicionaron y a los que no, también.

En esta oportunidad “La Momia” es un antigua princesa egipcia llamada Ahmanet (Sofía Boutella) a la que el trono de Egipto le fue arrebatado momentos antes de su asunción. Furiosa por este cambio repentino, no tuvo mejor idea que invocar a Seth, el dios egipcio de la muerte, para ayudarla a recuperar lo que le quitaron. Debido a estos actos prohibidos, Ahmanet fue momificada viva en una prisión oculta en la Mesopotamia antigua. Aquí es donde el protagonista Nick Morton (Tom Cruise) entra en acción, un ladronzuelo que trabaja junto con un grupo de exploración del ejercito de los Estados Unidos en misiones de reconocimiento. Nick deberá afrontar y enmendar errores propios y ajenos junto con la Dra. Jenny Halsey (Anabella Wallis) una colaboradora de su mismo grupo de investigación quien lo ayudará a mantener el orden en el mundo entero. Ahora bien, no podrán hacerlo solos y necesitaran la ayuda de una corporación que se encarga de estudiar, analizar, detectar y destruir anomalías monstruosas, una especie de S.H.I.E.L.D. (Avengers 2012) pero dedicada a los monstruos. Por supuesto que cada organización necesita una cabeza y este caso no será ajeno. Es más, podría decirse que esta tiene doble comando, porque su director no es otro que el Dr. Henry Jekyll (Russell Crowe).

A priori, con todos estos elementos puestos sobre el papel se podría llegar a afirmar que ese nuevo UMU (Universal Monster Universe) tiene con qué pelearle a otras franquicias, pero esta primera entrega no es ese firme piso en el que suelen basarse estos universos.
The Mummy no termina de cerrar en ningún momento. Tiene muchas y severas fallas de guion haciendo algunas situaciones muy predecibles, combinando muy mal el sentido del humor con el contexto y hasta llevando esos momentos al ridículo total. Al momento de las actuaciones, a Tom Cruise le quedó grande el traje de héroe, aquél que tan bien pudo ponerse Brendan Fraser anteriormente (La Momia, 1999). En ningún momento le aporta la seriedad que un protagonista de esta magnitud debe tener. El trabajo de Sofía Boutella no puede terminar de lucirse por demasiadas escenas clichés y mucho CGI, con un poco menos de tecnología podría haberse destacado un poco más. De la vereda de enfrente y pese a su poca participación, Russell Crowe hace un papel digno como el bipolar Dr. Jekyll y Mr.Hyde. Todo el tiempo hace sentir que puede salir lo peor del doctor londinense y al mismo tiempo sentimos la empatía de su mejor cara, después de todo, Henry vendría a ser lo que Nick Fury (Samuel L. Jackson) para los Avengers.

La historia deja grietas por todos lados y da por hecho muchas cosas que no se tienen por que saber de antemano. Todos parecen actuar lo más tranquilo y con total normalidad frente a situaciones que, vamos, no son nada normales. Al mismo tiempo, deja abierta de buena manera esta continuación de películas que vienen en camino. Con cameos que si bien tal vez no son necesarios, quedan correctos y producen una sonrisa picarona.