La memoria del muerto

Crítica de Jonathan Plaza - Función Agotada

Surrealismo siniestro

Si mezclamos el espíritu gótico de las producciones que resultaron de la unión entre Roger Corman y Vincent Price con la iluminación y colores predominantes en el cine de la Hammer Productions, le agregamos un uso de las aberraciones del lente y movimientos de cámara cercanos a The Evil Dead obtenemos La Memoria del Muerto, film nacional que se estrenó este Jueves.

Vencer la muerte. Tópico que desveló a la humanidad desde que existen sus registros y tema recurrente en el arte de todos los tiempos. Este deseo de superar aquello que es inherente a la vida misma contiene en sí un patetismo trágico. El film de Javier Diment tiene como atmósfera ese patetismo, pero también tiene otras cosas. Al comienzo del film y con recursos muy bien logrados se nos revela el carácter onírico que tendrá el film y la dificultad misma de lograr la meta propuesta ya que uno de los personajes morirá tres veces. Luego, en los créditos iniciales y mediante algunos diálogos conocemos a los personajes y sobre todo ingresamos mediante el tono actoral a un clima casi Lyncheano que nos permitirá sumergirnos en el film y sus particularidades.

La empresa imposible de evitar lo inevitable será llevada a cabo por una mujer que perdió a su esposo abruptamente y desea recuperarlo. Las cinco personas que más lo querían en vida serán víctimas de un ritual pactado por el difunto con anterioridad. El sacrificio de cinco idiotas sentimentales será el módico precio por volver a la vida a su esposo. En este film la muerte se vuelve tan tangible como en los films de terror gótico realizados por Vincent Price o por Narciso Ibañez Menta. Es una fuerza, es acecho en los personajes y opresión en el espectador. Otro protagonista es el pasado. Un pasado que se despierta por quien sabe qué tipo de magia y que vuelve corporizado para torturar la psiquis de sus víctimas y eliminarlas finalmente. Los miedos de cada personaje nos contarán más sobre ellos mismos que cualquier diálogo y eso hace fortalecer la historia y ganar en ritmo al mismo tiempo. Cabe mencionar como dato que en cuanto a estos fantasmas del pasado en el caso de cada personaje es lo femenino en diversas variables lo que afecta, lastima y causa temor. La Maternidad o La Madre, La Novia, La Hermana, La Abuela, La Hija, arquetipos que simbolizan niveles traumatizantes en el film.

Diment sabe perfectamente cómo inquietar al espectador, eso queda claro, pero además sabe luego de sacarlo de su lugar de seguridad cómo volver a mimarlo mediante el humor para que vuelva a pegarse al relato, cómo usar el gore para obtener diferentes efectos, cómo usar el sexo, cómo combinar estilos dentro del género sin morir en el intento y sobre todo cómo cerrar un relato ya que cuenta con un final brillante.

La Memoria del Muerto es un film perturbador, tiene imágenes que no pueden olvidarse fácilmente y eso tiene que ver con que se nos sumerge en un surrealismo desde los aspectos técnicos que deja la mente del espectador indefensa y por ende permeable. Una experiencia más que recomendable.