La medium

Crítica de Diego Brodersen - Página 12

"La médium": horror en formato de falso documental.

Para el común de los espectadores el nombre del director tailandés Banjong Pisanthanakun puede sonar como un impronunciable plato exótico, pero lo cierto es que su ópera prima, Shutter (2014), fue estrenada comercialmente en nuestro país con el inquietante título Están entre nosotros. Realizador afecto a los caminos del horror, aunque en su filmografía también pueden apreciarse un par de pasos de comedia, La médium marcó el regreso a los mercados internacionales luego del estreno mundial en el Festival de Cine Fantástico de Bucheon (el film es una coproducción entre Tailandia y Corea del Sur). Y tiene con qué, aunque el exceso de materiales y tonos, además de un metraje hipertrofiado, atenta contra las virtudes presentes en pantalla. La cosa va de posesiones y contactos con el otro mundo, pero no a la manera judeocristiana: aquí no hay exorcistas de sotana o manifestaciones demoníacas sino chamanes y espíritus de los más diversos dioses ancestrales, pre budistas.

Durante sus más de dos horas de proyección, La médium echa mano al formato del falso documental (sí, como en El proyecto Blair Witch), decisión que ayuda en los primeros tramos y se transforma en un pesado lastre después. Nim (Sawanee Utoomma) es una mujer de unos cincuenta años que, ya desde la adolescencia, resultó “elegida” por la diosa Ba Yan como intermediaria entre el mundo material y el espiritual, la médium encargada de llevar a cabo las ceremonias necesarias para proteger de los más diversos males su pequeño pueblo rural. Un oficio transmitido de generación en generación que las mujeres de la familia han aceptado, a veces a regañadientes, desde tiempos inmemoriales. La muerte de un familiar cercano la obliga a visitar a su hermana mayor, cuya hija veinteañera comienza a mostrar, más temprano que tarde, los más extraños comportamientos y manifestaciones. ¿Acaso es la elegida para seguir la tradición y reemplazar a Nim o el ente que parece poseerla es de otra naturaleza, mucho más peligroso y maligno?

Mientras los documentalistas en la ficción siguen a los personajes antes del estallido paranormal, La médium ofrece un relato atractivo y original, donde lo ominoso es una incógnita y la posibilidad del horror es precisamente eso: una posibilidad. Cuando la historia pisa el acelerador y la sangre comienza a brotar Pisanthanakun recurre a los más genéricos trucos terroríficos, de la inspiración en El exorcista a los tópicos y códigos de los muertitos vivos, incluyendo desde luego el clásico blairwitcheano de correr agitadamente a los gritos, mientras se intenta salvar la vida sin soltar la camarita (maldita costumbre). Una premisa prometedora y una primera hora interesante arruinadas por toda clases de excesos y pirotecnias audiovisuales, aunque algún susto genuino aparece por aquí y por allá.