La máquina que hace estrellas

Crítica de Regina Fallangi - Cine & Medios

A cielo abierto

Pilo Molinet es un niño que vive con su mamá Bebel, en un pueblo dentro de un asteroide que gira alrededor del planeta Ankj; tiene una amiga que se llama Niza, y un abuelo llamado Seblé Molinet. A Pilo y a su abuelo les gusta mirar las estrellas, él siempre le cuenta una historia: hay una máquina que fabrica las estrellas cada noche y, si algún día falla y las estrellas desaparecen, un miembro de su familia será el encargado de repararla. En esa misión salió el papá de Pilo hace unos años y nunca volvió. Pilo es el único que cree en las historias de su abuelo, y está convencido de que un día, el podrá reparar la máquina y traer de vuelta a su papá.
Finalmente la profecía se cumple, las estrellas se apagan y Pilo debe emprender la aventura a la que cree que está destinado, reparar la máquina que hace estrellas. Pilo se lanza hacia el cielo en su motoneta espacial, sin mucha información, pero con todas las ganas. En su recorrida por el cielo, hace nuevos amigos, un robot llamado 19, y Jiva, un Pandabás luminoso.
Finalmente Pilo encuentra al malvado Asura, quien controla la máquina que absorbe la energía de las estrellas, y a él se enfrentará para lograr su objetivo. La película tiene guión simple y eficaz, que contiene todos los elementos clásicos de una historia para niños, la valentía en los momentos difíciles, el valor de la amistad, creer en los sueños, vencer a algún malvado, y contar las aventuras vividas para cerrar con un final feliz.
La estética y la música son destacables. El 3D y la animación no son un terreno fácil para competir con el cine extranjero, pero más allá de que está muy bien hecha, usaron otros recursos estéticos, como cielos que parecen pintados a mano y texturas latosas, que le dan otro valor visual a la película. Hay naves espaciales con aspecto de barco pirata, y un malvado que recuerda a la ciudad de los niños perdidos de Jeunet y Caro.
La música por momentos recuerda a Piazzolla, y le aporta junto con la estética un clima muy interesante a la historia, que si bien la torna un poco oscura, la convierte en un producto diferente al que por lo general los chicos están acostumbrados a ver.
Molesta un poco dentro de todo ese clima que los personajes hablen en español neutro, como salidos de una serie de Disney Channel. La película es un buen producto, una historia simple para chicos, con recursos estéticos que la diferencian de otras películas infantiles.