La maldición renace

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Nicholas Pesce retoma una nueva versión estadounidense  de la larga serie japonesa “Ju-On” que nació para ser éxito en 1998. En el 2004 como “The Grudge” llegó la versión norteamericana, con un elenco encabezado por Sarah Michelle Guelar, fue dirigida por Takashi Shimizu, director de la serie original. A esa película le siguen tres secuelas. Ahora con la producción de Sam Raimi se plantea un nuevo comienzo, con referencias temporales, y toma varias historias que transcurren conjuntamente para observar un mal inmortal que vincula el fin de muchos humanos con una casa embrujada. Este film también comienza en el 2004 con una mujer que decide regresar a su casa, asustada, para caer en acontecimientos peores. Dos años después sigue con el trabajo de dos detectives, cercados por la muerte y muchas obsesiones. Luego aparecen otras historias, un matrimonio que esperan un hijo y son agentes inmobiliarios. Un anciano que cuida a su esposa demente y contrata a una experta para “ayudarla a morir”. Y finalmente  una policía que investiga el tema  a partir de un encuentro macabro y es compañera de uno de esos detectives mencionados. Todos esos destinos estarán conectados hacia el final con más o menos eficacia, en un film con sustos, suspenso y poco terror.  Fantasmas conocidos, ruidos familiares, manos huesudas que ascienden al borde de una bañera y una sensación de un horror que nunca va terminar, simplemente hay que evitar esa casa a toda costa. Grandes actores veteranos como William Sandler, Jacki Weaver y Demian Bichir, esta maldición renace con defectos y virtudes para dejarnos sin esperanza.