La mala verdad

Crítica de Daniel Garabal - Clave Noticias

Una verdad que muchos no quieren mirar

Bárbara es una niña de 10 años aparentemente sin problemas. Vive con su madre y su abuelo quien a tomado el lugar de su padre cuando este se fue siendo la niña una bebe. Su madre, Laura, trabaja en la librería de su abuelo y está en pareja con Rodolfo aunque no convive con este. Laura y Bárbara viven en un ambiente sumiso a las órdenes del abuelo.

Algunas situaciones en la escuela le dan la pauta a la maestra, Ana, y a la psicopedagoga del colegio, Sara, que algo está pasando en la familia y que la niña no sabe como expresar.

Todo se rebelara aún más cuando vayan de visita a casa de Antonio, hermano de su abuelo, que vive en la playa. Todo puede parecer confuso e incluso como una película ya vista, pero es un tema que no se puede dejar pasar por alto. Una frase del personaje de la siempre excelente Cecilia Rossetto define el mensaje del film : “Ignorar el mal no significa el hacer el bien”.

Esto es lo que va sucediendo ante el abuso que hace el abuelo sobre la pequeña Bárbara. El film muestra de entrada el poder del personaje del abuelo sobre su hija, pero de a poco, y por actitudes de la niña, se vislumbra que la pequeña no es ajena al abuso, y como tanto su madre como la pareja de esta hacen la vista gorda ya sea por miedo, por intereses o por carácter. El film cuenta además con algunas actuaciones brillantes. Aylen Guerrero como la pequeña Bárbara realiza un trabajo realmente soberbio, lo mismo que Malena Solda.

No vamos a decir mucho de lo que ya se sabe de Alberto de Mendoza como excelente actor, pero el contrapunto con Noman Briski es realmente maravilloso, lo mismo que el trabajo de este último, pese a estar muy poco tiempo en pantalla. “La mala verdad” es uno de esos filmes que seguramente, por su temática, no puede dejarse pasar.