La llamada final

Crítica de Noelia Giacometto - Cinéfilo Serial

Es solo una llamada… «Ahora estás en mi mundo».

«La llamada final» es una cinta dirigida por el actor, productor y director Timothy Woodward Jr. («24 horas») y protagonizada por los íconos del terror Lin Shaye, conocida por su papel de Elise Rainier en la franquicia de «Insidous» y Tobin Bell, por interpretar al genio maníaco John Jigsaw Kramer en «Saw».

La película se sitúa en el otoño de 1987. Tras la inesperada muerte de una anciana sospechosa de ser bruja, un grupo de amigos que la atormentaba se ve obligado a llamar a un teléfono instalado en el interior del ataúd. Sin embargo, alguien al otro lado de la línea les contestará y les mostrará lo que es convertir su vida en un martirio.

El film nos presenta una historia sencilla donde un grupo de adolescentes acusan a una anciana llamada Edith Cranston (Lin Shaye) de ser bruja tras la desaparición de una niña, y quienes la acosan constantemente, situación que llegó a tal punto que la mujer no soportó este hostigamiento, y aquí empieza el infierno desatando secretos muy oscuros.

La nueva propuesta de miedo se bordea con un terror ochentero, un homenaje prácticamente a esta época rozándose con un cine clase B y algo de gore bastante light. Podríamos decir que es un film que llama a la nostalgia con notables referencias a la saga «Nightmare on Elm Street», pero vez de que el ente se meta a través de los sueños, usan un teléfono que induce una especie de hipnosis.

La ambientación de la película se encuentra muy bien lograda, una narrativa apropiada, moderada, con matices oníricos para resaltar los calvarios de los protagonistas. Una trama clásica de venganza y persecución efectiva, con ciertas fisuras de guion pero que aún así la hacen bastante entretenida. Sí hay que decir que en un principio tiene un ritmo lento pretendiendo crear una atmósfera específica que incomode al espectador que luego de algún modo logra acomodarse de manera natural. La banda sonora de Samuel Joseph Smythe es muy eficaz junto al escenario que se plantea nos lleva a recordar películas como la franquicia «Viernes 13». Se recorre un terror psicológico y el screamer, lo cual hacen capte la atención del espectador.

En cuanto al reparto, todos cumplen de forma justa, pero Lin Shaye y Tobin Bell se llevan los laureles en esta cinta. Hay un par de momentos realmente inquietantes o logrados, cayendo el resto en saco roto, a pesar de una interesante escena protagonizada por Bell.

En síntesis, nos encontramos con una película correcta cuyo propósito no es más que un homenaje al cine de los ochenta sin caer en una parodia, no hay un nuevo aporte al género se deja ver y no molesta. «The Call» ofrece un buen entretenimiento sin ser tan macabra ni grotesca, al mismo tiempo que conmemora lo retro.