La leyenda de Tarzán

Crítica de Matias Seoane - Alta Peli

Con la versión de David Yates de La Leyenda de Tarzán, el hombre mono vuelve a las pantallas con toda la parafernalia CGI obligatoria de la época para volver a contar mas o menos la misma historia de siempre.

Bruce Wayne del CongoLa Leyenda de Tarzán
Cuando van a buscarlo para que acepte ser enviado comercial en el Congo colonial, John Clayton (Alexander Skarsgård) lleva varios años inserto en la sociedad inglesa como heredero de una familia que nunca conoció y casado con Jane, la mujer de la que se enamoró en la selva.

Se lo considera una celebridad, una fama alimentada en las historias escritas sobre la leyenda de Tarzán y se esfuerza por comportarse como el caballero londinense que se supone que es pero -por más que se esfuerce- John no parece realmente adaptado a su nuevo entorno: sólo Jane (Margot Robbie) da indicios de conocer los verdaderos motivos por los que en primera instancia no quiere aceptar la misión, algo que le dura apenas unos minutos y es fácilmente convencido por los argumentos del emisario norteamericano George Washington Williams (Samuel L. Jackson) y sus sospechas de que el rey de Bélgica está esclavizando a la población nativa.

Como público, sabemos que la invitación tiene motivos mucho más turbios que los declarados y que están siendo manipulados por Leom Rom (Christoph Waltz), emisario del rey belga y aspirante a ser el gobernante de la región cuando logren estabilizarla. Los viajeros le escapan a su trampa accidentalmente y aunque evitan ser capturados sin siquiera enterarse que corren peligro, son atacados en la aldea la primera noche. Incapaz de capturar a Tarzán, Leom Rom se contenta con tomar de rehén a Jane sabiendo que eso alcanzará para atraerlo hasta su trampa, desatando la obvia misión de persecución y rescate.

Otra en la lista
El personaje ya cumplió un siglo y desde entonces tuvo adaptaciones en cada formato posible, contando una infinidad de historias que siempre giran en torno de los mismos ejes, dejando bastante poco sobre lo que innovar. Por eso resulta esperable que La Leyenda de Tarzán no sorprenda en ningún momento e intente recurrir a las escenas de acción cargadas de CGI en 3D para generar un atractivo que no consiguen desde una historia que -aunque alcanza a sostenerse- no propone nada muy interesante y sigue una línea que puede verse prácticamente de punta a punta desde el principio.

Veremos entrelazada la historia del origen del niño criado por gorilas y el regreso del hombre que va dejando progresivamente en el camino al fingido John Clayton para asumir su verdadera identidad de Tarzán, a la cual negó durante tanto tiempo. La versión dirigida por David Yates intenta revertir algunos conceptos clásicos del personaje que hoy no son del todo políticamente correctos, intentando fallidamente sacar a Jane del rol de dama en peligro y evitando con un poco más de éxito mostrar al hombre blanco europeo como el salvador de la “atrasada” África, lo que parece justificar la inclusión del personaje de Samuel Jackson cuya misión principal es combatir los abusos sobre la población negra sin caer en el estereotipo del white savior. En ambos casos lo logra a medias y, aunque salta algunas piedras, vuelve a tropezarse con los mismos lugares comunes un poco más adelante, algo que por momentos se ve agravado por actuaciones poco verosímiles, con expresiones que se sienten anacrónicas o fuera de lugar hasta de Waltz, el experto en villanos.

CONCLUSIÓN
La Leyenda de Tarzán es en esencia una película de aventuras donde las complejidades de la historia quedan en segundo plano la mayor parte del tiempo, brindando un entretenimiento más directo focalizado en escenas de acción bastante fluidas y ágiles que llevan adelante la trama sin darle tiempo a que se vuelva aburrida.