La ley de la jungla

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Una comedia francesa que pretende ser alocada, que tiene su mirada critica, pero que se queda a mitad de camino. Imagínense un negocio impulsado por los franceses para instalar una pista de esquí en la Guyana que todavía tienen como territorio colonial. Y hacia allí parte un “pasante” para supervisar un supuesto negocio redondo donde se invertirán petrodólares para generar un lugar como existe en Kuwait, con toneladas de nieve artificial. Hay que reconocerle que los dardos están dirigidos al sistema de pasantías, a los negocios delirantes que suponen no poca corrupción, con sus dirigentes preocupados por recolectar ganancias. Pero en realidad el film se encamina hacia el absurdo, cuando el protagonista se pierde junto a otra pasante, apodada “Tarzán”, en la selva, y entonces todo se basa en la búsqueda del gag sobre la torpeza, la belleza de la chica y personajes secundarios vistos con un toque de racismo hacia los habitantes del lugar. Uno se pregunta que hace Mathieu Almaric en este zafarrancho. Vincent Macaigne se luce como siempre y se la ve sexy a Vimala Pons, mostrada como chica poderosa y sensual. No mucho mas, para un entretenimiento por momentos obvio que se sostiene por el conflicto entre la naturaleza salvaje y el hombre de la ciudad perdido en ella.