La internacional del fin del mundo

Crítica de Maximiliano Curcio - Revista Cultural Siete Artes

“La Internacional del Fin del Mundo” nos relata la influencia que tuvo en la Argentina la revolución rusa, precisamente en los movimientos culturales, sociales y políticos de la época a través de la vida de cuatro personajes trabajadores, parte del movimiento de la Semana Trágica e involucrados tanto en el movimiento de la reforma universitaria como en corrientes revolucionarias de la izquierda. Quizás el más particular de todo ellos resulte la inclusión en esta historia imprescindible de ser contada al hijo del presidente Agustín P. Justo (por la Unión Cívica Radical, 1932-1936).
Dirigido por Violeta Bruck y Javier Gabino (de “Memoria para reincidentes”) y liderando a un equipo de realizadores independientes del grupo Contraimagen, el construye una nueva geografía en la Buenos Aires de principios de siglo XX, basándose en el libro “El verdugo en el umbral”, del escritor Andrés Rivera. Resulta interesante la opción de sugerir como espejadas algunas luchas por igualdad de derechos con la urbe contemporánea, brindando a la película una llamativa contemporaneidad.
A partir del recurso cinematográfico, el film rompe la temporalidad y reconstruye la historia del debate político en base a cuantioso material de archivo y testimonios de familiares. Testimoniando luchas de clases obreras, movimientos feministas, revoluciones de izquierda y el anarquismo europeo, el documental intercala imágenes de noticieros y un análisis pormenorizado que abunda en registros biográficos e históricos.