La huella de Tara

Crítica de Gimena Meilinger - Cuatro Bastardos

La huella de Tara: Mirar el mundo con ojos budistas.
El nuevo documental de Georgina Barreiro, presentado en la Semana de la Crítica de Locarno, es un distintivo retrato de una comunidad budista.
“En nuestra sociedad moderna, las culturas originarias de todo el mundo se encuentran en riesgo de desaparecer. Podemos aprender de las tradiciones antiguas, de su conocimiento íntimo del ecosistema, del profundo respeto por la naturaleza y de la conexión con sus orígenes. A través de la comprensión podemos construir lazos de respeto, amor y compasión entre nosotros”. Así habla la directora sobre “La huella de Tara”, su película.
El documental explora la atmósfera de Khechuperi, una comunidad situada a orillas de un lago sagrado, inmerso en los fascinantes Himalayas al oeste de Sikkim, India. Centrándose en una familia, muestra la vida de 4 hermanos, indagando la relación de ellos con el pasado ancestral y el presente tecnológico.
A través de la mirada de las nuevas generaciones, muestra el choque cultural entre sus tradiciones y la globalización que acecha. Todo se ve natural y genuino, el documental está hecho a partir de la propia luz de sus protagonistas y paisajes, hasta cuando tocan el tema de la muerte y sus tantos funerales.
“Ícaros” (2014) fue el primer film como directora de Georgina Barreiro, localizado en una comunidad del Amazonas peruano. La película participó en más de 40 festivales alrededor del mundo. Con esta nueva entrega, continúa con el formato de documental antropológico.
“La huella de Tara” se dedica a mostrar la contradicción permanente de quienes viven en esa comunidad, desde la sencillez de la belleza, sin buscar juzgar. Es una película que transmite alegría y vale la pena ver para sonreír al unísono con esos niños.