La hermandad

Crítica de Yaki Nozdrin - Visión del cine

El tucumano Martín Falci nos presenta La hermandad, un documental que retrata los días de convivencia por los que pasan cerca de 500 estudiantes en el desarrollo del campamento del Gymnasium.
En el año 1948 se fundó Gymnasium, la única escuela universitaria sólo para hombres (hasta el 2018). Allí, todos los años, se organiza un campamento obligatorio en el que conviven los más de 500 alumnos del instituto. Martín Falci nos sumerge en este evento, sobre todo desde la mirada de los niños de 10 años, que son quienes participan por primera vez.

La cámara sigue las actividades de los chicos, pero sin intervenir demasiado. Simplemente está ahí, captando el día a día, los juegos, las conversaciones, el descontrol que se da en algunos casos, pero sobre todo “la hermandad” entre estos jóvenes. Los planos generales nos dejan ver la inmensidad del predio donde se encuentran, la cantidad abismal de chicos, quienes por más de una semana comparten sus secretos, sus inquietudes, se divierten y aprenden a conocerse, no sólo entre ellos, sino a sí mismos.

Si bien este documental nos cuenta que de este campamento participan cerca de 500 chicos, la historia se focaliza principalmente en un grupito centrado en los más chicos. Un grupo de nenes que refleja la amistad durante este periodo de la vida. Una relación inocente, que no pide nada a cambio más allá de momentos de risa, de diversión y de complicidad, sobre todo a la hora de tener que realizar algún tipo de travesura.

Al fin y al cabo La hermandad es un documental sobre la amistad y el cuidado entre los pares. Difícil no sentirse identificado y regresar por un momento a aquella época donde, rodeado de nuestros compañeritos, todo era risas y bromas internas. Por ahí había alguna que otra pelea, pero nada que no se pudiera arreglar en lo que duraba un chasquido de dedos.

La hermandad es una película que refleja la inocencia y la amistad casi incondicional que sólo se puede dar en ese momento de la vida. También muestra, justamente, “la hermandad” que se da entre los más chicos y los más grandes.