La herida y el cuchillo

Crítica de Sergio Araujo - Cinéfilo Serial

El documental busca erigirse como un mensaje visual y sonoro potente, resguardado en las bondades de la poesía y el arte rupturista. Humana, esta obra audiovisual acompaña y espía el trabajo del prestigioso autor Emilio García Wehbi, reconocido dramaturgo argentino que ha sacudido con sus perturbadoras obras a espectadores de todo el mundo.

Con algunos matices surrealistas y dadaístas, el documental desnuda el trabajo del director con los actores a lo largo de varios años en cada una de sus obras. Activa, onírica, sin diálogos huecos, se propone aquí también una experiencia audiovisual dialéctica que incomode al espectador.

Grávido de humor y acidez, el documental logra por momentos alcanzar la tozudez poética con la que Wehbi y su pluma se han propuesto sumergir de un sacudón existencialista al público. En cambio, otros momentos son rehenes de la quietud y la confusión, que podrían provocarle al espectador una sensación de aburrimiento.

Una película donde el director Zeballos logra, desde la observación in situ, abrirnos las puertas de la cocina y su resultado en varias de las obras de Wehbi, brindándonos así un privilegiado acercamiento a su modo de trabajar. Una pieza audiovisual que le huye al conformismo como estrategia y punta de lanza para el choque. El documental, además contiene en sí un tesoro, que es la presencia del artista recientemente fallecido Gabo Ferro.