La guerra silenciosa

Crítica de Melody San Luis - Fancinema

LA VOZ DETRÁS DEL MERCADO

Hay films que están bien construidos y son, a su vez, muy necesarios. Ante la hegemonía de algunos medios de comunicación para contar las noticias de cada país muchos sectores sociales se ven relegados a no aparecer o ser estigmatizados. La guerra silenciosa logra poner en foco en una protesta de trabajadores en Francia, pero también en un sistema gubernamental y comercial que no tiene escrúpulos y favorece a los que más recursos tienen.

Este film narra el recorrido de 1.100 trabajadores despedidos de una fábrica alemana en Francia. Muestra, así, toda la lucha que establecen. Recorren junto a ellos diferentes instancias de apelación: juntas con el gobierno, con los empresarios, protestas en las calles. Al calor de las protestas, uno va siguiendo un hilo de la tensión que se va generando a medida que pasan meses y no obtienen una respuesta.

La película mantiene una expectativa constante, porque tiene un modo construcción que parece mostrar el minuto a minuto de un acontecimiento televisivo, pero con la diferencia de poder escuchar a los que muchas veces no tienen voz. Aparecen, entonces, muchas escenas en las que se muestran las injusticias por las que pasan. No sólo vemos cómo los reprimen, cuando ellos están reclamando de forma pacífica, sino que también somos testigos de todas las conversaciones que establecen con las autoridades en las que se los desacredita con altura.

La guerra silenciosa es un film que apela a la provocación. Por momentos genera impotencia, en otros odio o tristeza. El recorrido con cámara en mano nos vincula con lo novedoso y con la expectativa por una resolución favorable de la lucha. Es interesante cómo, además de lo nombrado, aparecen momentos en los que los trabajadores tienen charlas entre ellos. Ahí es posible ver varios entramados, por un lado, las peleas de los diferentes sindicados, por el otro la falta real de recursos de muchos protestantes para mantener una disputa con los grandes capitales y también la incertidumbre de no saber hasta dónde llevar la lucha.

Las condiciones laborales del libre comercio son otro de los temas que se pone en discusión. Vemos cómo las empresas trabajan en suelos ajenos a su país, recaudan y luego migran a un lugar más rentable, sin ningún lazo más que la indemnización con los empleados. Este aspecto es desarrollado en conjunto con una crítica a la oferta laboral, aquellos que reclamaban son conscientes de que no van a conseguir un empleo luego de perder el que tenían. Y conforme a esto, se critica a los medios de comunicación masivos por ser funcionales a las estrategias empresariales y a la falta de intervención estatal, mostrando a los protestantes como violentos.

Vincent Lindon realiza una actuación excelente, uno bien podría pensar que lo que está viendo son reclamos reales. El film logra una cercanía tal que invita a luchar junto a estas personas por sus reclamos.