La gran noticia

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Una “gran noticia” humorística, breve y entretenida

Recientemente presentada por el propio embajador suizo en Pantalla Pinamar, esta comedia se ríe amablemente de cuatro suizos en el exterior, de unos cuantos en su país, y de la reacción ante un hecho muy singular que ocurrió hace ya cuarenta años, y que hoy se recuerda con nostalgia. Más aún, se recuerda con la necesidad de encontrar ahora algo aunque sea medianamente parecido.

La acción, en 1974. Radio Suisse necesita difundir alguna nota amable sobre la ayuda que la Confederación Helvética les brinda a los países pobres. Por ejemplo, Portugal, que queda ahí nomás y está gobernado por un tirano. Así es como manda a una periodista feminista, un viejo machista que fue corresponsal de guerra, un técnico que ya está para el retiro, y un joven. Ni qué hablar de cómo se llevan, ni de lo que encuentran. Pero en medio de tanta mala onda, de pronto las ondas radiales empezarán a difundir una extraña y feliz noticia. Una gran noticia: la Revolución de los Claveles. Hay algo nuevo y hermoso en la Vieja Europa, algo que despierta esperanzas en una sociedad mejor, y en un futuro mejor. Alguno no entiende nada pero igual se prende. Y algunos se prenden a su manera, por el lado de la Revolución Sexual. Bueno, se supone que por algún lado se empieza.

El director Lionel Baier cuenta todo esto reproduciendo a su manera el estilo de las comedias populares francesas de los años 70, tal como en el 2001 hizo Maurizio Sciarra en el risueño "A la Revolución en un 2CV", precisamente sobre el mismo hecho (en ese caso, unos vagos quieren llegar a Lisboa en un viejo autito y se pierden por España; en el que ahora vemos unos laburantes medio torpes deben llegar en una Combi VW y se pierden entre la multitud). Sí, por lo menos el estilo de los 70 puede imitarse bastante bien. Lo otro es más difícil, o quizás ya sea imposible. Pero la parte nostálgica de esta reflexión ya queda a cargo del espectador. Si quiere hacerse cargo, por supuesto.

Intérpretes, Valerie Donzelli ("Declaración de vida"), Michel Vuillermoz, Patrick Lapp, Francois Belard. En el papel circunstancial de reporteros belgas, los directores Lionel Baier y Ursula Meier ("La hermana"). Película curiosa, breve, entretenida, que nos hace pasar el rato y nos deja pensando. Vale la pena.