La gran apuesta

Crítica de Leonardo González - Río Negro

La timba detrás del crack

Primera semana de estrenos de 2016 y podemos decir que la cartelera se engalana con uno de los mejores títulos: "La Gran Apuesta" (The Big Short, 2015). Este largometraje –otro que seguro va a tener nominaciones a los Oscar– se mete con la crisis financiera del 2008. Para ponernos en contexto, la economía estadounidense tocó fondo debido al colapso de la denominada "burbuja inmobiliaria" en 2006, que provocó un año después la llamada "crisis de las hipotecas subprime".

No vamos a ponernos a hablar de economía ni a explicar los pormenores de lo que pasó, sólo basta recordar que fue esto lo que llevó a la crisis económica mundial del 2008 y que arrastró a buena parte del mundo, afectando principalmente a los países más ricos del planeta. ¿Nadie puro prever este desastre de proporciones catastróficas? Parece que hubo un grupo de personas que sí lo hicieron y que, en resumidas palabras, se aprovecharon de esta situación: apostaron contra el sistema para ganar millones de dólares. Y en esta gente focaliza su atención este excelente largometraje.

La película comienza en el 2005 y sigue a varios personajes que fueron previendo lo que iba a pasar y, con todos prácticamente burlándose y riéndose de ellos, fueron en contra del mercado.

Por un lado el Doctor Michael Burry (Christian Bale), creador del fondo de cobertura Scion Capital y el primero en vaticinar lo que vendría. Le sigue Jared Vennett (Ryan Gosling), un intermediario del Deutsche Bank en Wall Street que se contactó con el inversor y gerente de los fondos de cobertura de FrontPoint Partners Mark Baum (Steve Carell).

Por último, la pareja formada por Charlie Geller (John Magaro) y Jamie Shipley (Finn Wittrock), creadores del fondo de cobertura Cornwall Capital Management que, con la ayuda del banquero Ben Rickert (Brad Pitt) lograron entrar a Wall Street para hacer sus negocios.

Ver películas que reflejan crisis financieras o temas económicos es por demás complejo, y ese es el principal escollo al que se enfrentaba el director Adam McKay, hasta aquí conocido por las comedias "El Reportero: La Leyenda de Ron Burgundy" (Anchorman: The Legend of Ron Burgundy, 2004) y "Ricky Bobby-Loco por la Velocidad" (Talladega Nights: The Ballad of Ricky Bobby, 2006), entre otras. Pero McKay, que además ofició de guionista, lo sorteó muy bien tratando explicar lo mejor que pudo los términos bursátiles y movidas económicas (por ejemplo, utiliza a Margot Robbie o Selena Gomez como ellas mismas para explicarle al público). También hay una dosis de humor (muy) negro que ayuda muchísimo. No olvidemos que está basada en hechos verídicos de una crisis que dejó a millones de personas en la calle o sin empleo.

El elenco es un dream team que deslumbra. McKay también utiliza imágenes de archivo, así como flashbacks que enriquecen el relato. Da miedo pensar que existen sujetos en la vida real con tanto cinismo y poder que manejan la economía mundial sin siquiera preocuparles las vidas de las personas a las que pueden perjudicar, pero es una realidad que este largometraje intenta exponer.

La Gran Apuesta es la mejor inversión que pueden hacer en los cines esta semana. Apuesten su dinero que van a salir ganando. No lo duden.