La fiesta silenciosa

Crítica de Santiago García - Leer Cine

El día antes de la realización de su fiesta de casamiento, una pareja llega a la casona de campo del padre de ella para ultimar los preparativos de la boda. Por algún motivo ella está inquieta. Tal vez son los nervios antes del gran paso, tal vez hay algo más profundo. En mitad de la noche, decide cruzar a la casa vecina, donde un grupo de adolescentes viven su propia fiesta. Lo que parece un simple acto de rebeldía termina trayendo graves consecuencias que desatan un espiral de violencia sin retorno.

La película consigue pasar de cierto camino rutinario del cine argentino al estilo de films de la década del setenta como Perros de paja o Deliverance. Este sorprendente giro sin duda es lo que hace que la película funcione y se separe de los lugares comunes. Una vez que la historia toma un rumbo lo lleva hasta las últimas consecuencias. Siempre es bueno ver cineastas que saben lo que quieren contar y como contarlo.