La fiesta silenciosa

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Una película potente que comienza con la crisis de una mujer de 40 años que se casa al día siguiente y tiene dudas, se la ve desconcertada. Con ese personaje central, que tiene un novio muy  “maneable” y un padre muy manipulador, y el clima de una fiesta silenciosa – todos bailan con auriculares una misma música, pero cada uno en su mundo, se llega como en torbellino a un hecho atroz y a una espiral de venganza. La violencia cuando se desata puede tener proporciones terroríficas. Un padre sobreprotector engendró de alguna manera a una mujer que ejerce el ojo por ojo con respuesta agigantada. Pero también se habla de una mujer que se empodera. Y de los peligros de la justicia por mano propia. Con la dirección de Diego Fried (que particiapa del guión con Nicolás Gueilburt y Luz Orlando Brennan) y la codirección de Federico Finkielstain es un film de género, de terror y acción, pero no se queda en un entretenimiento y profundiza en sus personajes y temas. Jazmín Stuart brillante en este protagónico exigido, Esteban Gagliardi en el tono justo, Gerardo Romano intenso y talentoso y la sobresaliente actuación de Gaston Cocchiarale. Un film intenso, inteligente y también inquietante.