La fiesta de las salchichas

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Salchichas audaces (y sólo para adultos)

La ánimación digital, lejos de la inocencia de “Toy Story” o “La era de hielo”, acomete un film muy divertido pero con situaciones no aptas para menores

La animación digital necesitaba una comedia negra y políticamente incorrecta como "La fiesta de las salchichas", que saca al género del esquema típico de "Toy Story" o "La era del hielo" para jugar en la tradición de films de animación contracultural como "Fritz el gato" o "Heavy Metal". Es que esta película no sólo es divertidísima sino que sorprende con sus irreverentes chistes sexuales con alimentos, escenas alucinógenas y humor demente de todo tipo, ya desde el concepto básico, que resulta genialmente descabellado.

El universo de "La fiesta de las salchichas" es básicamente un supermercado en el que todos los alimentos y demás productos sueñan con ir al Gran Más Allá, el paraíso que los espera cuando un cliente los mete en su carrito y los lleva al exterior, donde según sus creencias los esperan placeres infinitos. El protagonista es una salchicha que desde su paquete sueña con el amor con su vecina pan de panchos, exclamando cosas como "parecemos hechos el uno para el otro", mientras esperan ansiosos ser recogidos por alguna diosa/ama de casa que los ubique en el mismo carrito.

Pero también hay quienes dudan de esa religión del Gran Más Allá, como una mostaza que asegura que salió al exterior y descubrió con horror que sólo serán devorados por esos monstruos a los que consideran dioses. El argumento es la crónica de la confirmación de esta herejía, tanto a través de pesquisas en el amplio supermercado como en el exterior, donde el horror queda expuesto cuando una papa es pelada sádicamente y arrojada a una olla de agua hirviendo. La película tiene gags gloriosos de principio a fin, y potencia al concepto al máximo a medida que la salchicha protagónica avanza por desconocidos pasillos del super para dar con la locura nocturna de la góndola de las bebidas alcohólicas, o la sabiduría de los inmortales, es decir los alimentos no perecederos.

Visualmente audaz e imaginativa y técnicamente muy sólida, "La fiesta de las salchichas" cuenta además con el enorme talento de actores como Seth Rogen, Jonah Hill, James Franco, Edward Norton y Salma Hayek, que interpreta a una tortilla lógicamente lesbiana. Sólo hay que aclarar que éste no es un dibujito para chicos, sino una gran comedia negra para adolescentes y adultos.