La fiera y la fiesta

Crítica de Lucas Rodriguez - Cinescondite

Se podría decir que La fiera y la fiesta, última película de la dupla matrimonial de Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas (Dólares de arena), es más un collage de ideas, todas apuntadas a un tributo a un cineasta olvidado, que una película construida convencionalmente. Es un estado de ánimo colectivo cuyo hilo conductor es el rodaje de una película en base a un guion perdido del fallecido director dominicano Jean-Louis Jorge, quien marcó tendencia en su acotada filmografía antes de ser asesinado y olvidado por el canon latinoamericano cinematográfico. Con La serpiente de la luna de los piratas y Mélodrame, Jorge se adelantó a la estética kitsch presente en las películas de Pedro Almodóvar antes de caer en el olvido absoluto. Pero es la actriz entrada en años Vera de Geraldine Chaplin (Doctor Zhivago) quien no puede abandonar a la suerte de la memoria a su querido amigo y colega, y se dispone a filmar la última locura, que también marca el último trabajo en la pantalla grande en la carrera de la actriz.