La familia Bélier

Crítica de María Inés Di Cicco - La Nueva Provincia

Gente para escuchar con atención

Es un filme recomendable, sobre una familia de sordos que dependen de su hija con un don para el canto.

“Amados padres me voy. Los quiero, pero me voy. No huyo, vuelo...".

La canción responde al tan temido síndrome del nido vacío que comienza a afectar a la familia Bélier -que da nombre a la comedia francesa que se exhibe en los cines bahienses- cuando Paula, su hija mayor, se siente tentada de mudarse a París para seguir su vocación de cantante.

Sucede que Paula es la única no-sordomuda de los Bélier y, por tanto, su enlace con un mundo que no se encuentra preparado para comunicarse con esa discapacidad.

Para la muchachita, tomar una decisión no es cosa simple, y en torno a sus vaivenes existenciales y los de sus padres se construye este relato dirigido por Eric Lartigau -mismo de Los infieles (2012)-, donde otros temas se cuelan sin trauma, y sobre todo, con mucho humor.

Son geniales las actuaciones del reparto, donde destacan François Damiens y Karin Viard, interpretando a Rodolphe y Gigé, los padres de Paula, y la cantante Louane Emera --surgida del reality La voz en Francia-. Puestos al servicio de Lartigau logran situaciones para la antología.

Los diálogos --verbales o en lengua de señas- tienen esa profundidad que satisface al espectador con respuestas y más preguntas.

La trama excede a la cuestión familiar y muestra de manera realista a ese grupo humano que funciona como un bloque "curioso", dentro de una sociedad que induce a la realización individual, pero no siempre ajusta el discurso al comportamiento que, en concreto, tiene para con la discapacidad.

Vale darse una vuelta por donde pare en estos días La familia Bélier y reflexionar con ellos.