La extraña vida de Timothy Green

Crítica de Roque Anzalas - El Espectador Avezado

Hace un tiempo se había puesto de moda que diferentes estudios produjeran en forma simultanea películas similares y esto obligaba a que por razones de taquilla, uno de los dos debiera postergar su estreno por varios meses. "Impacto profundo" vs "Armaggedón"; "Dante's Peak" vs "Volcano"; "Sexto sentido" vs "Ecos mortales"; por citar solo algunos ejemplos. Menciono esto porque no hace mucho vimos un film parecido a "La extraña vida de Timothy Green"... "Un niño de otro planeta" era el título; estaba protagonizado por John Cusack y Amanda Peet y se puede decir que las similitudes entre ambos son tan evidentes, como inevitables las comparaciones. El resultado?. Al igual que aquel, nos encontramos con un film apenas correcto, liviano, pasatista y sin demasiadas pretensiones, pero que finalizar nos deja la sensación de que pudo dar para más.
Antes que hablar de la película en sí, cabe aclarar que si bien es una producción de Disney y probablemente se estrene con copias mayormente dobladas, está lejos de ser un producto infantil, ya que varios de los conflictos que representa son de temática un tanto adultos, como la infertilidad, la adopción, el desempleo y problemas familiares, entre otros.
En su tercer incursión tras las cámaras, luego de las intrascendentes "Dan en el mundo real" y "Fragmentos de abril" (esta última no estrenada en nuestro país), Peter Hedges logra un film que busca entretener, por momentos conmover, y si bien en parte lo logra, está lejos del nivel que supo obtener como guionista en títulos como "¿A quien ama Gilbert Grape?" o "Un gran chico".
Jim y Cindy Green (Joel Edgerton y Jennifer Garner, él mucho mejor que ella) son un matrimonio al que el destino los golpea al darles la noticia de que no podrán tener hijos. Esa noche ahogando penas en alcohol se ponen a pensar, imaginar, soñar como sería el/la hijo/a que tendrían si pudieran concebir y escriben en pequeños trozos de papel sus características, virtudes y defectos que luego guardan en un cajón y lo entierran en el jardín. Pero esa noche una extraña tormenta les deja un pequeño regalo. Entre los posibles nombres que habían pensado, habían muchos de niña, pero sólo uno de varón y tras la tormenta, aparece en la cocina de la casa Timothy. Pero este niño, que es tal cual habían imaginado, lleva el nombre que habían escrito y que dice ser su hijo, no es un niño común y corriente.
Es el producto de sus más fervientes deseos y viene justamente de donde estos habían sido enterrados, del jardín; y al examinarlo notan que en sus piernas cuelgan unas cuantas hojas. Al principio Jim y Cindy tienden a ocultar a Timothy (sobre todo para que no vean sus piernas), pero a medida que se lo va presentando en sociedad, éste se va ganando el corazón de quienes lo rodean.
La historia es contada desde el principio por el matrimonio mientras intentan dar los motivos por los cuales están capacitados para adoptar, por lo que no es muy dificil anticipar el final de la película, sobre todo a partir de la mitad (cuando algo empieza a suceder en las piernas de Timothy), momento en que el film empieza a perder fuerza y a volverse un tanto previsible.
Pero si algo sostiene a "La extraña vida de Timothy Green", es el apoyo que tienen los protagonistas de un gran equipo de secundarios con David Morse, Diane Wiest y Ron livingston a la cabeza y a la excelente fotografía de John Toll (ganador del Oscar por Leyendas de pasión y Corazón valiente), que logra captar imágenes que impactan por su belleza y nitidez. El film es una fábula, se disfruta si uno se deja llevar e intenta dejar más de un mensaje aleccionador. Al fin y al cabo no pretende más que eso y en cierta medida lo cumple. Si con eso les alcanza, vayan tranquilos a verlo. Lo van a disfrutar.