La era de hielo 4

Crítica de Alexander Brielga - Cine & Medios

El hielo se derrite

La familia de Manny está compuesta por distintas especies de animales: él, su esposa Ellie y su hija Morita, todos mamuts; un tigre “diente de sable”, un perezoso y dos zarigüeyas. La hija de Manny, ya es adolescente y quiere tener sus propias aventuras, y elige justo el momento en que el “mundo” (Pangea) se está separando en los distintos continentes. Y esto por culpa de Scrat, la ardilla que desde la primera película no logra apropiarse de la bellota.
Ellie y Morita (esposa e hija de Manny) quedan separadas del líder familiar y del tigre por el gran mar. Así es que deberán superar las maldades infligidas por un mono pirata y su “tripulación”, quienes pretenden adueñarse de los mares.
La película es algo menos entretenida que las anteriores, porque si bien los gags de Scrat siguen siendo un buen guiño, la historia parece estar forzada para hacer evidente la moraleja: la familia no sólo es la de sangre sino también la que "te cubre las espaldas"; efecto, del que las eras del hielo anteriores venían zafando. Algo similar sucede con la aparición de personajes (un grupo de ardillas) de estilo y “funcionalidad” muy similar a los pingüinos de Madagascar.
Tecnicamente inobjetable, esta saga tiene todavía resto para algunas entregas más, solo que la proxima deberá levantar un poco la puntería para estar a la altura de sus primeras historias.