La educación del Rey

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Es el primer largometraje de Santiago Estévez que  con este material hizo una miniserie pero luego transformo en película, con el premio Cine en Construcción del Festival de San Sebastian. Una historia que se transforma en un policial potente, sorprendente, que habla de una problemática oscuramente actual y también de la relación de dos generaciones, un hombre jubilado ex Guardia de Seguridad y un chico que se inicia en la delincuencia, que huyendo de la policía cae accidentalmente en su patio, rompiendo un invernadero. El veterano, en vez de entregarlo o denunciarlo decide que se quede en su casa hasta que repare lo que rompió. Pero las cosas se complican mientras la relación avanza en una interacción mutua de aprendizaje y transmisión de sabiduría que enturbia todo lo que la rodea. Y en paralelo algo sabido en la sabiduría popular y en la crónica policial, la utilización de parte de policías corruptos de jóvenes delincuentes para su provecho personal. Rodada en Mendoza, con su paisaje árido y con la muy buena actuación de Germán de Silva (“Las acacias”) y la revelación del debutante Matías Encina. Con guión de Juan Manuel Bordón y el director, que avanza con pasos seguros y un desarrollo que no deja cabos sueltos y con una intensidad acorde con el género y la mirada social. Un relato de iniciación que cautivará por su fuerza y expresividad, muy bien filmada y actuada.