La del Chango

Crítica de Manu Blauab - Alta Peli

Crítica realizada durante el BAFICI 16.

La del Chango, así cómo suena, es la película sobre el Chango Farías Gómez, que para muchos habrá pasado desapercibido por no escuchar música folklórica, o quizá como sucede con varios artistas que alcanzan la verdadera popularidad, terminando en las sombras de su propia creación. Así Marcelo Panozzo, director artístico del BAFICI, presentó la película con el equipo presente diciendo que cuando la había recibido no entendía cómo nadie había hecho antes una película sobre él.

Música y cine.
¿Cómo hacer una película sobre otro arte? Resulta una pregunta válida a la hora de sentarse a ver algo relacionado con la literatura, la música y la pintura. Muchas veces sucede que aquel arte al cual se hace referencia busca tener una preponderancia superior a los recursos cinematográficos deviniendo en desastres varios y snobs orgullosos, pasa. Quizá al mostrar música en el cine sea más sencillo por la facilidad en que se unen la imagen con el sonido aunque también sobrevengan otros problemas como lograr que un documental sea los suficientemente interesante y pueda sostenerse sin caer en la típica entrevista al protagonista o una serie de videoclips -que tampoco está mal pero ya que estamos en el BAFICI le ponemos un poco más de ganas.

La del Chango hace una reconstrucción de la vida y obra del música a través de las personas que lo conocieron y trabajaron con él como Antonio Tarragó Ros, Jaime Torres y el Mono Izaurralde, entre otros en una sucesión de entrevistas que poco tienen de anecdóticas a la hora del montaje en donde plano a plano se construyen escenas que encierran bloques bien definidos manteniendo la tensión. Esta es una la grandes virtudes de la opera prima del director, Milton Rodríguez y de los montajistas.

¿Quién es quién?:
Poco hay de material de archivo del propio Chango en pantalla y pareciera innecesario reclamar más porque es su figura la que está retratada de punta a punta en la película a través de los relatos y la música, a pesar de que no se lo vea está con una presencia total pero no abrumadora. ¿Para qué construir una imagen con lo que ya hay de esa persona si alguien es, también, lo que los demás ven de uno? Ahí es donde La del Chango muestra una voz y una decisión estética muy fuerte al entender a las personas como resultados de la interacción con los demás y lo que todo eso deja.

El legado del artista es quizá el tema que da nacimiento y cohesión al relato a lo largo de la película llevado adelante por quienes más de cerca lo sintieron. Al final todos los músicos entrevistados tocan juntos sin el Chango, ese cierre no es gratuito, el propio documental manipula y domina la situación prometiendo cosas que luego suceden pero no de la manera en que uno está acostumbrado. El legado del Chango Farías Gómez es su música por lo tanto y más allá del personaje que a priori uno espera ver terminando resultando una petición banal.

Conclusión:
Una ópera prima realizada con un bajo presupuesto sobre un artista de enorme importancia merecía un lugar destacado en la programación del festival y así fue. Más allá de disfrutar de las historias y de la música, me encontré un rato después pensando todas estas cuestiones acerca de la definición de una persona y encuentro en La del Chango algo con lo que siempre acordé que es la propia obra la que nos da nuestro lugar en el mundo y bien expresado está en la película.