La crucifixión

Crítica de Santiago Balestra - Alta Peli

Desde el estreno de El Exorcista, la relación del catolicismo con la posesión demoníaca ha sido moneda corriente en el cine de terror. No obstante, en los últimos años este subgénero ha estado sufriendo de dos carencias específicas. Primero, la falta de un tema distinto al de la fe (o por lo menos una forma innovadora de encararlo), y segundo, la falta de estrategia en el uso de los sobresaltos, aunque este último detalle ya afecta al género de terror en general, claro está, con sus honrosas excepciones.

Dicho esto, la frecuencia de ciertas exageraciones y descuidos narrativos dan la pauta de que en La Crucifixión el “Basado en una historia real” es tanto una declaración inicial como una justificación.

Ver para creer

Nicole Rawlins, una periodista neoyorkina, descubre la historia de una mujer en Rumania que murió crucificada a manos de un sacerdote y su séquito de monjas. Ella viajará hacia allí para indagar en profundidad el asunto: descubrirá lentamente que esto se aleja de ser un típico caso de asesinato y que está más cerca de una posesión sobrenatural.

En materia guion, la historia de La Crucifixión se plantea bien estructurada, con una protagonista fuertemente escéptica en cuestiones religiosas, factor que se volverá determinante en el desarrollo de la trama. De ese último tema, como un todo, debe decirse que empieza con ritmo y sabe detonar la curiosidad del espectador, pero pasada la mitad de la película no consigue sostener el mismo interés.

Un error bastante concreto es haber querido convertir a la protagonista paulatinamente en la víctima de una nueva posesión, si bien esto puede ser atractivo en materia de punto de vista y desarrollo de personaje, el riesgo que se corre es que el desenlace no nazca de una acción directa de ella. Toda buena historia es sobre una transformación, pero esta debe venir de la protagonista, caso contrario, y por más arraigado que esté en la realidad, es hacer trampa narrativamente hablando.

En materia técnica, si bien la dirección sucumbe bastante seguido a extravagancias visuales y sobresaltos típicos (lo que no quiere decir efectivos) del género, no se puede negar que cuenta con algunas propuestas peculiares. Por ejemplo, las escenas de entrevistas están bastante bien trabajadas, como si lo viéramos todo literalmente a través de los ojos de la protagonista. También es de destacar el uso de los insectos como simbolismo y generador de tensión (por breve que esta sea). Lamentablemente, dichas propuestas también se pierden pasada la primera mitad del film.

Conclusión

Aunque prolija en lo actoral y con suficientes propuestas interesantes desde lo visual, La Crucifixión no consigue los mismos resultados desde el punto de vista narrativo. Presenta curiosidad, pero no tensión. Presenta identificación de personaje, pero no crecimiento. Apunta a ser diferente y, tristemente, resulta ser una más. Es una “realidad” que el espectador va a apreciar, pero no se va a sentir atemorizado por ella.