La corporación

Crítica de Ximena Brennan - A Sala Llena

Escribir su propio guión…

Alguna vez nos dijeron que hay cosas que el dinero no puede comprar. Se referían precisamente a que, además de los bienes materiales, hay otros que son inmateriales, todo aquello que el ser humano anhela en pos de una vida perfecta: amor, compañía, felicidad, hijos, etc., por sólo mencionar algunos ejemplos. Se puede decir que La Corporación de Fabián Forte explora la psiquis de un hombre que no está en sus cabales, planteando todas estas cuestiones antes mencionadas a partir de un relato basado en la superficialidad y los vínculos.

Felipe Mentor (Osmar Núñez) es un empresario detallista y un poco obsesivo con gran parte de los aspectos de su vida. Si bien le gusta tener el control de absolutamente todo, de a poco irá descubriendo que su existencia no tiene el orden que él predica, en especial en lo referido a determinadas situaciones que “se le van de las manos” con su encantadora mujer Luz (Moro Anghilieri), quien presta sus servicios para cumplir los deseos de un marido exigente.

En el relato encontraremos infinidad de conceptos que apuntan a la frivolidad. Justamente la palabra “servicio” está a la orden del día y tiene que ver con una gran y antigua corporación que le brinda a sus clientes variadas prestaciones para que puedan hacer realidad sus anhelos. Sólo hay un pequeño detalle: esos servicios se traducen en personas bien pagas cuya profesión es la de aparentar todo el tiempo para satisfacer a otros.