La cordillera

Crítica de Mariano Torres - Fuera de campo

La Cordillera no funciona gracias a las buenas actuaciones de su elenco, ni a la impactante fotografía, el ajustado guión o la sublime dirección de Santiago Mitre. Funciona gracias a la combinación de todos esos elementos, que en perfecta armonía hasta se dan el lujo de coquetear con distintos géneros: por momentos, algunos pasajes amagan con lo sobrenatural, otros con el drama familiar, y hasta se escucha una historia de terror partida de un sueño. Todo, claro, en el contexto de un thriller político, con reminiscencias hitchcockianas incluidas. Es así como la película de Santiago Mitre, quien venía de realizar la notable remake de La Patota (también junto a Dolores Fonzi) y previamente esa sorpresa/revelación que fue El Estudiante, es un Todos los hombres del presidente cuando quiere, pero también una interesante película de suspenso puro, cuando se aleja de sus tintes políticos. Y ya que hablamos de política, he aquí otro gran logro: la película es crítica, inteligente y digna de ser analizada, sin jamás caer en lo meramente panfletario.

Partiendo de una cumbre de presidentes a llevarse a cabo en la cordillera de los Andes, del lado de Chile, Mitre expone a los máximos representantes de los pueblos sudamericanos y los expone a sesiones de tratados (y negociados off-the record) que terminarán efectivamente determinando el futuro de sus respectivos países. Sin ser demasiado críptico ni rebuscado, el guión esboza con maestría la problemática (un pacto latinoamericano que, claro, tiene que ver con el uso del petróleo) y sus múltiples derivaciones en conflictos, traiciones, códigos rotos y doble moral. Resumido: política.

Todo se desarrolla en ese marco hasta que entra en escena el personaje de Dolores Fonzi, hija del Presidente Argentino (Ricardo Darín), que desequilibra todo gracias a un asunto no resuelto con su ex-marido que pone en jaque la figura política de su padre, a la vez que su estado psiquiátrico no ayuda. Los asesores del Presidente se agarran la cabeza ante estos problemas, intentando solucionarlos por detrás, tejiendo los hilos invisibles que el espectador (¿hombre común?) desconoce, pero pronto comenzaremos a preguntarnos también cuánto comprenden ellos.

Mitre y Mariano Llinás, autores del guión original de la película, tejen una trama repleta de misterio que no decae a lo largo de sus casi dos horas de duración, y consolida a sus autores como dos de los mejores exponentes del cine argentino actual. La Cordillera se convierte así entonces en uno de los mejores estrenos en lo que va del año 2017.