La cinta blanca

Crítica de Chandler - Cines Argentinos

La cinta blanca transcurre en los meses previos a la primer guerra mundial, pero mostrando a una generación que fue protagonista de la siguienta guerra, la de Hitler.
Eso es lo más interesante de la historia, y es lo que quiso mostrar el director al contarla.
No es una trama apasionante por algo en particular, ni tampoco van a encontrar una línea sobre algo específico.
Sin embargo, va contando distintos hechos en un pequeño pueblo, con todas las clases sociales concentradas en un pequeño espacio, y conociéndose todos.
A simple vista podría ser un relato lento, pero ahí es donde el guión marca una diferencia, con distintos hechos que la pueden acercar un poco a una película de suspenso, y de esta manera haciendo pasar con buena y regular velocidad las dos horas y monedas que dura toda la historia.
La película es una Polaroid de una sociedad, que a la distancia uno puede notar el grado de intolerancia, discriminación e hipocresía que fluyó naturalmente para que un tipo como Hitler llegara a ser elegido por el pueblo alemán como su líder.
Y al ser un reflejo de un momento, no tienen que esperar un final super claro y revelador, ya que toda esta historia termina casi 30 años después.
Una película como Traffic de Soderbergh también fue la muestra de algo que sucedía o sucede.
Son historias de las cuales uno ya sabe datos secundarios y las consecuencias de la misma. No confundamos con esas películas, donde el director dice que quiere dejar al espectador reflexionando… y lo que sucede es que uno se pregunta en realidad para que se hizo.
La cinta blanca cumple con su propósito con creces, y no aspira a más nada.
Además visualmente es maravillosa, con su blanco y negro que no tiene grandes contrastes, pero que es de una suavidad y pureza que no debe haber sido casual.
El director se luce con el uso de la cámara, que no es para nada “moderno”, pero que no deja de seguir a los personajes, mostrando perfectamente sus rostros o el entorno que los rodea.
La cinta blanca está claro que no será pasión de los grandes públicos, pero es una película que justifica todos los premios internaciones importantes que tiene.