La chica sin nombre

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

Otra búsqueda de los Dardenne, en este caso la del compromiso social por aquellos que buscan desesperadamente la verdad en la profesión que tienen. Una joven doctora ve como su carrera es puesta en duda cuando rechaza la asistencia de una posible “paciente”.

Tras enterarse de su asesinato comenzará a buscar los desencadenantes de la trágica noche y se topará con las miserias de todos aquellos que circunstancialmente tuvieron algo que ver con la muerte. En la pesquisa se comienza a cuestionar su rol y el de los demás, y la habilidad de los Dardenne consiste, una vez más, en mostrar sin juzgar, dejando al espectador en un lugar activo y empoderado para que pueda sacar sus propias conclusiones sobre una historia actual, urgente y sin medias tintas.