La chica danesa

Crítica de Regina Fallangi - Cine & Medios

La estética de la transformación.
Einar (Eddie Redmayne) y Gerda Wegener (Alicia Vikander) formaban un matrimonio de artistas daneses, que vivía en Copenaghe a fines de los años veinte.En plena búsqueda estética y como un juego, Gerda le propone a su esposo sustituir a su modelo femenina, y así retratarlo vestido de mujer.Las imágenes son un éxito en la carrera de Gerda, pero también son el principio de la transformación de su esposo, quien a partir de verse como una mujer comienza a sentirse como tal, y lo que comenzó como un experiencia lúdica despierta su verdadero deseo y objetivo: transformarse en una mujer.Instalados en París, el matrimonio trata de buscar una solución al estado de Einar consultando psiquiatras y especialistas, ya que en esa época su comportamiento era considerado una enfermedad.Sin dejar nunca de estar juntos, quererse y  ayudarse el uno al otro, la pareja desiste en su afán de encontrar una cura y con la ayuda de un excéntrico y adelantado médico que en aquella época realizaba operaciones de cambio de sexo, Einar comienza el proceso para convertirse en una mujer.La historia está narrada de forma muy íntima y muy estética; es desde los colores, las texturas y los objetos que Einar comienza a explorar el mundo femenino, hasta encontrar su identidad como mujer y rebautizarse como Lili Elbe. Este enfoque hace que la película sea visualmente hermosa pero al mismo tiempo tanto esteticismo le quita fuerza, distrae al espectador hasta el punto que los momentos dramáticos tan visualmente bellos restan, en lugar de sumar. Por otro lado, la historia hace demasiado eje en la relación del matrimonio, y si bien presenta un pantallazo general no profundiza en la reacción social o en el rechazo que podía sufrir en ese tiempo alguien como Einar; en general la historia se limita a mostrar el círculo de artistas en el que se movían, personas con la mente bastante abierta a quienes las decisiones de Einar no parecían afectarles demasiado.A pesar de las excelentes interpretaciones del camaleónico Eddie Redmayne -quien ya había sorprendido con su interpretación de Stephen Hawking en "La Teoría del Todo"- y de Alicia Vikander quien realiza un trabajo extraordinario, el relato resulta demasiado prolijo, contenido. Tanto esteticismo y languidez le quitan fuerza al filme que resulta en algo denso y muestra con cierta tibieza una historia que debió haber sido muy transgresora en su momento, pero la película no la muestra así. De repente Einar es Lili y todo el mundo parece aceptarlo, cuando en realidad a los transexuales aun hoy en día les cuesta ser aceptados socialmente.Nuestra calificación: Esta película justifica el 60% del valor de una entrada.