La chica danesa

Crítica de Fernando Casals - Revista Meta

GÉNERO: OSCAR BAIT

El problema de “La chica Danesa”, (el retrato de Tom Hooper de las artistas Gerda y Einar -luego Lili- pionera del cambio de sexo) es su estructura complaciente para adaptarse a un ideal: la biopic amable lista para la temporada de Oscars.

Si el guión cambiaba la transexualidad por la adicción a la heroína o el siempre efectivo cáncer, el film continuaba siendo el mismo. Hay visitas al médico, desesperadas súplicas de cambio en la relación y claro, la aceptación. El año pasado, Eddie Redmayne ganó como mejor actor actuando en la misma película con otro título “La Teoría del Todo”.

Redmayne interpreta a Lili como una santa inocente. Y confunde feminidad con afeminado. La gran actuación del film es la de Alicia Vikander que nos obliga a ser testigos de lo mucho que Gerda pierde para dar vida a Lili.

Al principio, Einar no puede articular su confusión, luego traduce los impulsos de Lili en una persistente atracción por vestidos de seda, lo que sugiere que la película no entiende sus necesidades más profundas y coloca la idea de feminidad en lo exterior. Ni siquiera se maneja con sutileza la manera en la cual ella descubre la mirada masculina en una serie de escenas que parecen sketches.

El pasado aquí sólo existe como una esfera nebulosa y sentimental en el que Lili compartió una vez un beso con su mejor amigo. Hooper parece más obsesionado con el proceso de Gerda, pero los tormentos que informan sus pinceladas prosaicas también permanecen ajenos al espectador. El interés de los realizadores en el trabajo de Einar y Gerda comienza y termina con la crisis de la identidad.

Ambos actores están a merced de un guión que con rigidez, agresivamente insiste en señalar a los temas de identidad y confusión en cada línea de diálogo (“Fue como besarme a mí misma“, Gerda recuerda cuando besó a Einar).

Hooper cree que la belleza andrógina de Redmayne es suficiente para hacer alusión a la disforia de género de Lili. Visto con ojos del políticamente correcto siglo XXI la película sólo busca resaltar -como sea- la determinación de su lucha, y “como sea” es la manera que tiene Hollywood de repetir una fórmula.