La chancha

Crítica de Santiago García - Leer Cine

La película comienza con un arranca con un vieja de vacaciones de Pablo (Esteban Meloni) junto a su mujer (Raquel Karro) e hijo Rodrigo Silveira) brasileños. Pablo vive actualmente en Porto Alegre pero está de viaje en Córdoba, en una peque localidad donde pasó su infancia y el comienzo de su adolescencia.

Pero las vacaciones se vuelven amargas cuando Pablo descubra que en la misma posada donde paran está quedándose un hombre (Gabriel Goity) de su mismo pueblo junto a su esposa (Gladys Florimonte). Algo terrible del pasado los une y la película no deja en claro que es. Mientras que el hombre actúa de forma natural, una nube negra oscurece las conductas de Pablo y todo empieza a volver tenso.

¿Qué fue lo que ocurrió en el pasado? Mientras que el hombre no quiere hablar directamente sobre aquellos años, Pablo insiste. Ambos saben que fue lo que pasó, por más que intente disimularlo el hombre. El evento no se explica sino hasta el final, pero todo el proceso de descubrimiento está realizado con potencia y a la vez sin trucos ni golpes bajos. Sobria, pequeña, pero fuerte, la película llega hasta la esperada revelación y sus consecuencias posteriores.