La casa oscura

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Hay miles de películas sobre casa embrujadas pero, cuando el fantasma es el del arquitecto que la construyó, el asunto puede ponerse más interesante que de costumbre. Esto es lo que sucede en la nueva película de David Bruckener, que hizo algunos buenos intentos con “El ritual” y uno de los fragmentos de la película en episodios “VHS”. Todo está visto desde el punto de vista de la viuda del arquitecto, sorprendida por el hecho de que la única en la pareja que tenía depresión, o alguna instancia autodestructiva, más bien era ella. Lo cierto es que a pesar de los intentos de una amiga y un vecino por ayudarla o consolarla, la protagonista se queda sola en la hermosa pero aislada casa junto a un lago, donde pronto empiezan a pasar cosas raras y no precisamente placenteras. Ademas de las presencias sobrenaturales y los fenómenos extraños, la viuda también descubre ciertos secretos de su difunto marido, relacionados con lo oculto.

“La casa oscura” tiene sus momentos y sus sustos, pero básicamente recurre a un estilo narrativo un poco enroscado para contar cosas demasiado familiares. Con todo, la actuación de la protagonista Rebecca Hall es convincente, y los detalles sobre arquitectura y ocultismo no dejan de resultar interesantes.