La casa junto al mar

Crítica de Adolfo C. Martinez - La Nación

En un pequeño pueblo cercano a Marsella, Angéle, Joseph y Armand regresan a la casa que construyó su padre, ahora postrado. Angéle es actriz y vive en París; Joseph está enamorado de una muchacha más joven que él, mientras que Armand es el único de los hermanos que se quedó en Marsella para hacerse cargo de un pequeño restaurante familiar. Este encuentro se produce en el momento de descubrir qué ha quedado de los ideales que les transmitió su progenitor y del mundo fraternal que construyó en ese lugar mágico un restaurante simple y popular.

El director Robert Guédiguian ( Marius y Jeanette, Las nieves del Kilimanjaro) entre otros, muestra en su nuevo film, de una manera delicada e impactante, que no siempre se tienen los mismos objetivos en la vida, y demostrando que hay aspectos más importantes que la gloria, la fortuna, la edad o el aspecto físico, como el amor, la compasión, la empatía y el perdón.

Los tres hermanos de esta tierna historia, encarnados por un excelente elenco y apoyados por una bella fotografía, se enfrentarán cotidianamente, aunque de pronto todo cambiará en sus vidas cuando hallan a una joven y a dos niños refugiados de guerra, y así descubren que, por fin, vuelven a tener algo por lo que luchar.