La casa del miedo

Crítica de Felipe Rocha - EscribiendoCine

Desilusión en tiempo real

Siguiendo la línea de la popular franquicia Actividad Paranormal (2007) donde se promociona un miedo “real”, La casa del miedo (Silent Hoiuse, 2012) juega con la técnica del plano secuencia para contar durante 85 minutos una historia en tiempo real. Pero ni la técnica ni la historia se destacan en esta remake de la uruguaya La casa muda (2010).

La película cuenta la historia de Sarah (Elizabeth Olsen ) que junto a su padre y su tío se encuentran en su antigua casa de veraneo realizando restauraciones para ponerla de nuevo en el mercado. En poco tiempo se dará a conocer que no están solos en este lugar y que algo habita el precinto. Desde ese momento Sarah tendrá que enfrentarse en una lucha contra oscuras presencias, lo que la llevará a descubrir oscuros secretos escondidos detrás de las paredes de la casa.

La casa del miedo es una remake de la película uruguaya La casa muda, la cual recibió excelentes crítica y tuvo bastante difusión internacional. Aun así, la versión norteamericana no logra trasmitir la fuerza de la película uruguaya sino que intentó adquirir sus puntos fuertes y adaptarlos para un público norteamericano, lamentablemente sin éxito.

La historia se desarrolla periódicamente exponiendo poco a poco pedazos de la trama que tiene escasa fuerza narrativa. En la resolución, cuando se explica el misterio de la casa, estallan demasiados elementos al mismo tiempo y hay un cambio brusco en el abordaje de la historia, lo cual hace que el final se perciba forzoso, poco original y simple.

Para los amantes del genero de terror La casa del miedo no presentara ninguna novedad. En raras ocasiones se logra un ambiente de verdadero suspenso y los pocos momentos de miedo que hay se obtienen con recursos, ya trillados como reflejos, sonidos estruendosos que interrumpen el silencio y la oscuridad absoluta. Para el ojo entrenado del público de terror no significa una verdadera novedad. La iluminación tenue y música de suspenso solo ayudan a reforzar la idea.

El publicitado logro de La casa del miedo se centra en el extenso plano secuencia en el cual está (supuestamente) rodado el film. Aunque en varias ocasiones se pueden percibir momentos donde se generó un corte. El plano secuencia esta planeado de principio a fin, lo cual, en vez de trasmitir la ilusión de que todo esta pasando al frente de nuestros ojos, nos remite a la idea de que todo esta demasiado planeado. Las actuaciones, en ciertos momentos, son extra coordinadas y poco fluidas y dan la impresión de error y poca precisión por parte de los actores. Elizabeth Olsen lleva a cabo el rol de la joven chica "corriendo por su vida" bastante bien, pero al final, cuando tiene que demostrar sus verdaderos dotes actorales, sobreactúa sin lograr un genuino cambio dramático en su personaje.

Al final, La casa del miedo resulta ser otra remake hollywoodense con poco poder narrativo, que ni siquiera logra trasmitir su único propósito: atemorizarnos.