La casa del fin de los tiempos

Crítica de Matias Seoane - Alta Peli

La Casa del Fin de los Tiempos es la ópera prima del venezolano Alejandro Hidalgo y llega a las pantallas argentinas con más de dos años de demora, después de una recorrida por festivales de cine fantástico de todo el mundo, incluido el Buenos Aires Rojo Sangre donde fue premiada como mejor largometraje y mejor actuación en la competencia Iberoamericana.

Mira mi rostro, escucha mi voz
Dulce encuentra a su marido apuñalado apenas momentos antes de ver a su hijo desaparecer arrastrado a la oscuridad de un pasillo. Ella se sabe inocente pero sus huellas están en el cuchillo que mató al hombre y aunque nunca encontraron al niño sí pudieron hallar rastros de su sangre, por lo que pasa treinta años en la cárcel acusada de ambos crímenes. Cuando es enviada de regreso para completar su condena en prisión domiciliaria podrá comprobar que las presencias a las que acusa de su tragedia aún rondan la casa y alentada por el sacerdote del barrio intentará reconstruir los últimos días de su familia. Durante los primeros años que vivieron en esa misteriosa casa, nada fue extraño. Llevaban una vida pobre pero tranquila hasta una noche en que tanto ella como sus hijos oyen como alguien recorre los pasillos de la casa intentando entrar en las habitaciones, pero cuando finalmente se atreve a salir no encuentra a nadie. Sus hijos, en cambio, han visto más de lo que admiten pero continúan con su rutina sin adivinar la tragedia que se avecina.

El trailer de La Casa del Fin de los Tiempos es un tanto engañoso al mostrar lo que parece ser una clásica película de fantasmas y sobresaltos, cuando en realidad es un poco más que eso. El suspenso y la tensión no se limita a las gastadas apariciones sorpresivas reforzadas con efectos sonoros que generen sobresalto, aunque existen y son quizás la parte menos interesante de la película. A diferencia del cine de terror estándar donde la historia suele ser irrelevante, los personajes de esta historia tienen profundidad y motivaciones para enfrentar su miedo que van más allá que la simple supervivencia. Están presentes esas oscuras escenas de tensión esperando que algo horrible suceda en cada esquina, pero gran parte de la historia sucede de día mientras en dos épocas diferentes, la joven Dulce y el sacerdote que visita a su versión anciana intentan descubrir los secretos de esa antigua casa de la que muchos años antes ya desapareció una familia sin dejar rastros.

Si el punto más alto de La Casa del Fin de los Tiempos descansa en un sólido guión y más que correctas interpretaciones incluso de los niños, un punto que suele ser extremadamente difícil de lograr y donde muchas películas fallan, es en la imagen donde se hacen notar las limitaciones de presupuesto y técnica. Reconociendo que trabajar con niveles bajos de iluminación nunca es fácil, no se puede ignorar que hay velas que parecen reflectores, paredes que se ven de papel pintado y en el envejecimiento de Dulce suele notarse la peluca y el maquillaje, pero lo que llama la atención es que sólo sucede en algunas escenas mientras que en otras con una iluminación o una paleta de colores mas apropiada el efecto es mucho mejor. Da la impresión que fuera preparado pensando sólo en esas escenas nocturnas, sin posibilidad de corrección cuando el sol tiñe todo de amarillo.

Conclusión
La Casa del Fin de los Tiempos es una película interesante, pero no para esperar apariciones fantasmales y sobresaltos a cada minuto. El suspenso y el misterio está bien logrado, brindando sólo la información necesaria para mantener al público interesado sin revelar lo que está sucediendo hasta el momento indicado. Empieza un poco lenta, pero cuando las piezas del enigma comienzan a caer en su posición correcta todo lo que estuvo sucediendo en la primera hora de la película cobra sentido casi sin dejar cabos sueltos y aunque pueda llegar a volverse esperable el desenlace un rato antes de que ocurra, dan ganas de seguir viendo para saber cómo se llegará hasta ese lugar.