La casa del demonio

Crítica de Jorge Luis Fernández - Revista Veintitrés

El diablo, policías y video

De vuelta una casa embrujada se despacha a un grupo de curiosos y suicidas, dejando la masacre registrada en delicadas camaritas digitales. Demonic (título original) mezcla el testimonio y los flashbacks de John (Dustin Milligan), único sobreviviente de la masacre en la misma casa donde, veinte años antes, su madre sobrevivió a otra, con el found footage de la noche en que se apersonó el diablo. Como si fuera poco, los detectives (personificados por Maria Bello y Frank Grillo) afrontan un segundo enigma: la desaparición de la novia de John y la de su rival, Bryan (Scott Mechlowitz), a quien el primero sindica como artífice de la expedición a la casa maldita, poseso luego y en consecuencia autor de los crímenes. Huelga decir que la originalidad no es atributo del film, pero el productor James Wan (El conjuro) sabe armar un menú truculento; el director Will Canon y un equipo de guionistas rearman las piezas del rompecabezas (lo recuperado y lo presente) para delinear un relato diabólico que, a diferencia de muchos otros, mejora ostensiblemente en el final.