La casa de Wannsee

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

El subtítulo de este trabajo documental de Poli Martínez Kaplun es “memorias de una familia judío-alemana”. Y es literalmente autorreferencial  pero a la vez una historia que enseña mucho acerca del pasado y el nazismo. Todo comienza cuando el hijo de la directora decide hacer su “Barmitzva”, aunque ella nunca se formo en la religión y  la cultura judía. Sin embargo su familia tuvo una identidad judía que atravesó toda la historia familiar. Desde un bisabuelo, Otto, filósofo alemán  laico perseguido por el nazismo hasta llegar a la casa de su abuela en la calle Wannseee, a pocos metros donde se decreto la “solución final” para los judíos de Europa y comenzó la más poderosa maquinaria de exterminio.  Un camino de descubrimientos y resistencia, de materiales fotográficos y filmaciones que permiten hurgar en los orígenes, las circunstancias y los silencios familiares que nunca pueden ocultar realmente las  verdades impiadosas. Y una muy buena reflexión sobre la resiliencia y la aceptación de nuestras raíces.